Por Óscar Reyes Flores
Luego de 25 años de trabajo, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador disolvió la unidad de narcóticos en la que colaboraban las autoridades de Estados Unidos y de México.
Dicha unidad estaba encabezada por la DEA y que sirvió para capturar, en 2015, al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, durante un operativo en conjunto con la Marina de México.
Esta Unidad de Investigación Especial (SIU, por sus siglas en inglés) es parte de las estrategias de operación que el Gobierno de Estados Unidos tiene en 15 países como para desmantelar redes de contrabando.
La decisión del presidente López Obrador pone en entredicho la estrategia de seguridad bilateral entre México y Estados Unidos para hacer frente al crimen organizado.
Este tipo de unidades se encuentran en otros países como Brasil, Ecuador, Guatemala, Pakistán y Uzbekistán, así como en Bolivia, Perú y Colombia, naciones donde se estableció en 1997.
De acuerdo con Milenio diario, en México hubo tres importantes filtraciones, uno de ellos es la masacre de Allende, Coahuila, así como el secuestro y ejecución de 5 personas en Nuevo León y la sentencia de Iván Reyes Arzate, quien fue sentenciado tras filtrarse información de un cártel.
Foto: Cuartoscuro