Por Olivia Garza
Las urnas han decidido que Joe Biden, representante demócrata, se convierta en el 46º presidente de Estados Unidos.
Biden también será el presidente más votado y uno de los grandes retos que enfrentará será el de unir el país. Al respecto, él ha dicho, en su cuenta de Twitter: "Seré el presidente de todos los americanos, sin importar los que me votaron y los que no”.
Biden es un hombre muy perseverante, a sus 77 años es la tercera vez que se postula a la presidencia, en las dos ocasiones anteriores ni siquiera alcanzó la nominación del Partido Demócrata, pero ahora está a punto de ocupar la Casa Blanca.
La semana pasada pudimos ver cómo se desarrollaba la campaña a la presidencia de Estados Unidos, el martes, Donald Trump tomó ventaja y parecía camino a una reelección con amplias victorias en Florida y Ohio. Pero el miércoles el conteo de los votos anticipados y enviados por correo dio a Biden la victoria en otras zonas como Michigan y Wisconsin. En la tarde del jueves la tendencia cambiaba para favorecer a Biden y a la primer mujer vicepresidenta, Kamala Harris; la carrera se había reducido a un puñado de estados. Finalmente el candidato demócrata ganó en Pensilvania, un estado que otorga 20 grandes electores.
El conteo de boletas fue lento porque estuvo marcado por la enorme cantidad de votos emitidos por correo debido a la pandemia del coronavirus y que favorecieron en su mayoría al ex vicepresidente.
El obstáculo para que Biden ocupe la Casa Blanca es que tendrá que enfrentarse a la batalla legal que Donald Trump ha iniciado para retener la presidencia. Su equipo legal, abanderado por su asesor y exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, ha interpuesto ya procesos legales, desde detener el conteo en Pensilvania, Nevada, Michigan y Georgia, varios de estos recursos legales ya fueron rechazados por los jueces.
Por su parte, Trump lanzó un llamado a través de la televisión diciendo: “Si cuentan los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección", pero el mensaje fue interrumpido por varias cadenas de televisión en Estados Unidos, que consideraron que el presidente estaba haciendo acusaciones falsas. Las cadenas televisivas cortan el mensaje de Trump, diciendo “No es momento para fake news“.
En un hecho inédito en la historia de los medios de comunicación en EU, y posiblemente en el mundo, las diversas cadenas de televisión, enlazadas en sus plataformas de YouTube, Facebook, Twitter y otras redes sociales, se fueron retirando de la transmisión.
Las cadenas de comunicación, consideraron que el Presidente no puede descalificar, ni tampoco violar la ley, tampoco permitieron ser usados para mentir por el actual presidente Trump. Esto debe ser un ejemplo para el mundo y ojalá para México.