Tres son los principales retos de Joe Biden como presidente de Estados Unidos: Unificar a un país profundamente dividido, detener la confrontación social de profundos raíces y parar los graves daños causados por la pandemia, tanto sanitarios como económicos.
Las minorías estadunidenses (hispanos y negros), que sin duda fueron fundamentales en esta elección, están muy lastimadas, se saben y se sienten minimizadas y atacadas por la actual presidencia y por los grupos supremacistas blancos que recibieron un apoyo fundamental desde la Casa Blanca. Desde inicios de su gobierno el ocupante de la Oficina Oval firmó una serie de ordenes ejecutivas en cuestiones migratorias que cerraron la frontera a las personas nacidas en otro país, principalmente musulmanes.
Y bueno en su discurso como presidente electo, Joe Biden anunció que este mismo lunes iniciará la conformación de un grupo de científicos, médicos y estudiosos para trazar una ruta en el control de la pandemia del coronavirus que ha contagiado hasta el momento a casi 10 millones de personas y ha cobrado la vida de 250 mil personas. En torno a los daños económicos el reto es fundamental, disminuir el desempleo, la paralización económica y reactivar la inversión.
En el triunfo demócrata hay que destacar el trabajo realizado en el llamado cinturón azul, conformados por los estados de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, donde los latinos, los negros y las mujeres se manifestaron de manera importante en las urnas para rechazar el rumbo por el que marchó el país bajo el mandato de Trump.
Y no hay que olvidar que Donald Trump seguirá por los próximos 70 días como presidente, por lo que ha anunciado que comandará una dura, pero infructuosa, batalla contra varios estados por el conteo de los votos, que se dejaron de contabilizar según ha expresado y a pesar de que sus asesores más cercanos le han expresado que muy poco o nada logrará y sin duda pasará a la historia como el quinto presidente en la historia estadunidense en no alcanzar un segundo periodo al frente del gobierno; por cierto, el anterior en no lograr la permanencia fue George Bush padre.
En el corto plazo la entrante administración de Biden tendrá que trabajar para lograr que la transición, para el próximo 20 de enero, sea en los mejores términos y lo más tersa posible, ¿veremos a Donald Trump en la ceremonia del cambio de poderes? seguramente no, estará ya en plena campaña de desacreditación del nuevo gobierno y en ruta de apoderarse del Partido Republicano que tan dañado y dividido está, no sólo por la pérdida de la presidencia sino por el complejo y mal historial que construyó este empresario que, como en un principio dijo, nada sabía de política.