Luego de la Conferencia de Acción Política Conservadora, el discurso expuesto, en su exacta dimensión, es monotemático, fueron sumamente reiterativo como combatir el insomnio. Sin embargo, los conservadores ubicados en la ultraderecha quisieran multiplicarse, pero les cuesta tiempo y esfuerzo sumar. Son pocos y no crecen rápido.
La ultraderecha en el mundo surge con crisis reales en sociedades desesperadas en todos sus niveles, no es el caso de México, así que en lugar de pugnar por mostrar su fuerza numérica eligen la radicalización que si bien no les atrae adeptos pero sí medios y de eso también vive la ultraderecha.
Aquí el objetivo es tener un lugar en el espacio, luego de esta repentina resucitación que provocaron la combinación de las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania, que arrojó inflación, carestía, desabasto, falta de energéticos, falta de ideas, retrocesos graves, como el de darle vida artificial a una ultraderecha que se presentó en Santa Fe como si gozara de buena salud.
La necesidad de hacer alarde de fuerza en el discurso exaltado y agresivo acusa debilidad en estos momentos y en este país; pero para ellos es indispensable decirse fuertes aunque en realidad no lo sean. Los cambios sociales se hacen con la gente y ellos representan una minoría dentro del mundo, defienden a las élites y usan a las masas, esa es la historia de la ultraderecha en el mundo, y quienes se resistan a apoyarlos cuentan con el aparato represivo a su favor. En México conocemos ese cuento, lo sufrimos por muchos años.
Los ultraderechistas deben ser altaneros, su estrategia intenta imitar la leyenda de los Caballeros Templarios, no sólo por dejar la vida en defensa de la religión, sino por su similitud a los videojuegos. Los líderes templarios tuvieron nombres que ahora se muestran en diferentes computadoras y que algunos de los líderes que dicen encabezar n sociales conservadores, presentes en dicha reunión, jugaron desde niños.
Así, su estrategia no sólo es simplista sino previsible. Las actuales batallas de la ultraderecha en el mundo tienen como único campo de batalla los congresos, las conferencias, los videos, las apariciones en auditorios de aforo reducido. No tienen ni congresos ni asambleas porque no hay quórum, carecen de influencia precisa porque al estar en partidos y organismos políticos pegados como lapa parasitaria para sobrevivir, carecen hasta de oficinas.
Se trata de individuos que se reúnen a través del celular y organizan fotos, cursos, y esa es la manera de seducir a la sociedad. Lo suyo no son los actos masivos, harían en ridículo en el primer intento.
El peligro de la ultraderecha es que surjan pequeños grupos que realicen acciones violentas y con ellas se creen crisis sociales donde ellos lleguen a asegurar que salvarán al mundo.