Una vez que la comunidad científica confirmó que la capa de ozono (que nos protege de los rayos ultravioleta del sol que recibimos diariamente) estaba siendo destruida, se crea el Convenio de Viena aprobado y firmado por 28 países el día 22 de marzo de 1985. En septiembre de 1987 se redacta el Protocolo de Montreal para eliminar las “sustancias agotadoras de la capa de ozono” que son las familias de sustancias químicas denominadas halones, los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), el bromuro de metilo, el metilcloroformo y el tetracloruro de carbono. En 1994 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas determinó el día 16 de septiembre como la fecha para conmemorar el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
Este compromiso para proteger la vida en nuestro planeta es el mejor ejemplo de comprensión de una amenaza real a la subsistencia de la especie humana. Se tradujo en voluntad política para controlar la producción total mundial y el consumo de estas sustancias que destruyen la capa de ozono, con la meta final de eliminarlas. La investigación y el desarrollo tecnológico permitieron establecer un calendario para la eliminación gradual de la producción y consumo de los gases refrigerantes (CFC y HCFC) durante 35 años.
Actualmente contamos con suficientes datos científicos que confirman las evidencias de una recuperación consistente de la capa de ozono.
Es el único caso en que todos los países de la comunidad internacional estuvieron de acuerdo con los calendarios de eliminación respetados en su gran mayoría, incluso en algunos casos se lograron antes de lo previsto. El calendario de eliminación de los HCFC fue más relajado, debido a su menor potencial de agotamiento de la capa de ozono y porque también se han utilizado como sustitutos de transición de los CFC. Se creó en 1992 con una congelación en 2015 y la eliminación completa en 2030 en los países desarrollados y en 2040 en los países en desarrollo. En 2007 todos los países aceptaron acelerar el calendario. El 16 de septiembre de 2009 la Convención de Viena y el Protocolo de Montreal se convirtieron en los primeros tratados de la historia de Naciones Unidas en lograr su ratificación universal. La Enmienda de Kigali, Rwanda se firma el 15 de octubre de 2016 para eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos CFC.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores