El encuentro entre los presidentes de México y los Estados Unidos fue para la foto, una reunion más, sobre todo para los estadounidenses que tienen su atención en la visita que inició Joe Biden a Medio Oriente y las audiencias que se realizan en torno a la toma del Capitolio en enero del 2021. La presencia de Andrés Manuel Lopez Obrador tuvo poca atención mediática, por ahí una nota en primera plana del New York Times y algunas menciones en la radio y televisión nacional y parale de contar.
Un día antes de que se diera este encuentro, los periodistas acreditados en la Casa Blanca recibieron un adelanto de la agenda entre los mandatarios y los temas a desarrollar, pero ni así fue destacada la reunión.
Bueno en las redes sociales si hubo gran movimiento desde el lunes mismo con la visita de Jill Biden a San Antonio en Texas, pero su escasa cultura social y su nulo tacto político la hicieron centro de un sinfín de memes donde era criticada por señalar en un discurso público “que los tacos con tan singulares como los latinos”.
Las actividades del presidente mexicano marcaron actividades tanto el martes como el miércoles mismo, pero realmente esta visito termino en el momento mismo en el cual López Obrador y Biden se despidieron, incluso desde que el anfitrión dijo que estudiarían las 5 propuestas hechas por el visitante: regularizar la situación de los inmigrantes que se encuentran ya en Estados Unidos (sobre todo ante la elevada cifra de detenidos más de 1.5 millones en lo que va del año); aumentar al doble el inventario de gasolina en las estaciones mexicanas, para el abastecimiento los estadounidenses (a costa claro del subsidio mexicano); poner a disposición de los estadounidenses mil kilómetros de gaseoductos para abastecer desde Texas hasta California del energético ( a pesar de que la frontera suma más de 3 mil kilómetros); en el marco del T-MEC suspender algunos aranceles de productos para impulsar la economía; crear e impulsar programas con participación pública y privada (sin especificar en cuales y de monto) y, sin programas atrevidos de desarrollo y bienestar.
Y bueno las reuniones de la mermada delegación mexicana, sin su embajador, ni su secretario de hacienda entre otros transcurrieron como otras tantas más, llenas de buenas intenciones, compromisos no necesariamente aterrizables, pero eso sí con la buena voluntad de las partes y el reconocimiento y necesidad de trabajar en bien de la vecindad y el buen entendimiento.
Y sobre la carta que 8 de los senadores demócratas de mayor importancia en temas de política exterior hicieron llegar a la Casa Blanca, condenando los ataques a la libertad de prensa y a los periodistas mexicanos nada se dijo…así son estas reuniones, así.
@arnc7