@onelortiz
¿Has notado el aumento del tránsito y la contaminación? ¿Cuántas horas pierdes en el tráfico? ¿Cuánto tardas en entrar o salir de la CDMX?
Hace unos días, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, explicó que el aumento en el tránsito vehicular de los meses recientes tiene como origen el regreso al cien por ciento de las actividades presenciales y a los trabajos de mantenimiento de la Línea 1 del Metro. Es verdad. La movilidad se complicó, con lo cual aumentó la contaminación, el desperdicio de combustible y la pérdida de miles de horas hombre todos los días. De seguir así, varias zonas de la Ciudad podrían colapsar por horas. Al final, las complicaciones en la movilidad afectan la calidad de vida.
En tiempos remotos, cuando alguien se burlaba del atraso de una población, despectivamente lo llamaba: “Pueblo bicicletero”. Que equivocados estaban aquellos que pensaron que el futuro y el progreso tenían como medida el número de vehículos que circulan en sus calles. El futuro de la movilidad de la CDMX y el Mundo tienen como pilares el uso masivo de la bicicleta y el transporte público eléctrico. El lujoso automóvil de ocho cilindros, en otros años símbolo de dinero y poder, quedó obsoleto.
De qué sirve tener un automóvil de más de un millón de pesos, de línea premium, si el promedio de velocidad en la ciudad es de 20 kilómetros por hora. Más ridículos son las personas que además utilizan autos con escoltas. La inmensa mayoría de automóviles sólo transportan al conductor; es decir, cada auto desperdicia tres lugares por viaje.
Cambié de trabajo. Vendí mi auto. Metí trajes y corbatas hasta el fondo del closet. Desde hace casi dos años camino a los lugares cerca de casa. Voy y vengo de mi trabajo en bicicleta o utilizo mi vespa cuando tengo que trasladarme a diversos puntos de la Ciudad. También viajo en Metrobús o en el tren suburbano.
El uso de la bicicleta mejoró mi calidad de vida y economía. El uso responsable de la motocicleta permite un ahorro considerable. El tanque de una motocicleta chica se llena con 150 pesos en promedio. El tanque de un auto compacto con 600 pesos. La diferencia es más del doble.
Coincido con Marc Augé, cuando dice que la bicicleta encarga una bella utopía. Una promesa de felicidad. Podemos soñar y proyectar a grandes rasgos una ciudad utópica del futuro en donde la bicicleta y el transporte público sean las únicas formas de desplazamiento. Incluso imaginar un planeta en el que la propuesta de los ciclistas dobleguen el poder político y en donde reine la paz, la igualdad y el aire puro. La CDMX debe ser una ciudad bicicletera.
Eso pienso yo, ¿usted qué opina?