Cosmos chilango

Columnas lunes 29 de abril de 2019 -

La Ciudad de México tan llena de gente, de caos urbano y de ritmos desordenados, pero que en realidad, tienen un orden que solo quienes vivimos aquí lo entendemos o lo llegamos a entender conforme pasa el tiempo.

Así que entre tanta gente por aquí y por allá en las dos semanas de vacaciones que acaban de pasar, había que darse tiempo de salir a pasear aunque fuera sin dejar la misma ciudad.

Francisco Mata, uno de los mejores fotógrafos documentalistas en México, aprovechó para salir con su dron y sobrevolar todos esos lugares que se quedan sin un espacio para alguien más.

Es como si de las calles o vagones del Metro abarrotados de gente, pasaran a las albercas disponibles para repletarlas de los mismos cuerpos que les estorban al caminar en el día a día.

El Balneario Alba, un espacio con toboganes, áreas veces y seis albercas en la colonia Santa María Acatitla son la escapada perfecta para quienes no pueden salir a la playa y deciden abrirle paso a la creatividad chilanga y disfrutar.

Esta foto me recordó dos lugares, el primero al Balneario Chimulco, en Guadalajara, y aunque nunca lo conocí, así le decían a unas bancas con unos paraguas similares como los que vemos aquí.

Entonces de pronto quedábamos entre nosotros en “nos vemos en Chimulco”.

Y el otro lugar es el Parque España, en Guadalupe, Nuevo León que apenas comienzan las altas temperaturas de 40 grados o más, la gente corre a sus albercas y las llenan hasta que no cabe ni un alfiler.

Allí los vendedores de inflables, están del lado de la calle y a través de los barandales que rodean el balneario, hacen el intercambio entre el que compra y quien vende.

Aquí en el Elba, las garnachas, las alitas, las sopas Marucha, los chicharrones, las piñas coladas y la música, le ponen su toque chilango.

Mata hizo esta toma que me parece una belleza caótica, como si fuera un cosmos.

Cada vez más, estamos frente a fotografía hecha con drones, con el trabajo de Santiago Arau que nos regala paisajes de la Ciudad o de sus múltiples viajes por México. Pero también hemos seguido la obra de Mata en la frontera, donde ha logrado captar y sobre todo, crear composiciones estéticas para la mirada de cualquiera.

Bien lo mencionó en alguna entrevista, que en este tipo de fotografía hay que cuidar en no caer en una composición repetitiva, sobre todo por el plano cenital que ofrece un dron.

Hay quienes son expertos volando estos dispositivos, porque siempre han hecho aeromodelismo, pero es distinto manejarlos y componer en el aire, aunque suene a chiste, pero tiene un alto grado de complejidad.

A veces pareciera que el mismo paisaje se acomoda de tal forma para que solo le des “click”; sin embargo, hay que echar a andar nuestra capacidad de mirar lo que nadie puede ver desde allá arriba, e incluirle una perspectiva personal.

Esta vista del balneario es muy de Francisco Mata. La gente juega el rol principal y el contexto está allí, integrado al descanso de los chilangos que buscaron un pedacito de alberca para sobrellevar el calor y divertirse. Se nos acabó la vacación.