Hoy podemos ver cómo mujeres de diferentes sectores socioeconómicos, de diferentes edades e incluso de diferentes ideologías se unen en torno a una misma causa. La idea de hacer un paro nacional el próximo 9 de marzo inició entre grupos feministas que lo propusieron en redes sociales y se viralizó cuando una colectiva de Veracruz formalizó la convocatoria con una imagen.
La propuesta es que mujeres y niñas no asistan a sus trabajos, escuelas y no realicen compras. Con la etiqueta #UnDíaSinMujeres también invitaron a profesores y patrones a no poner falta ni descontar el día a las mujeres que se unan.
En el pasado las mujeres se unieron; primero, por tener derechos, ser consideradas seres humanos, luego tener derechos políticos, poder votar y ser votadas, hoy se unen en torno a la defensa de la vida.
La 4T se ha mostrado con poca sensibilidad ante el problema del feminicidio, ante los asesinatos de mujeres simplemente por el hecho de ser mujeres, tan es así que en días pasados escuchamos una propuesta por parte del fiscal Alejandro Gertz Manero de quitar el delito del feminicidio del Código Penal, y peor aún la semana pasada escuchamos al presidente de todos los mexicanos y mexicanas, Andrés Manuel López Obrador, referirse de la siguiente manera:
“Claro que está la derecha metida, los conservadores. O sea, así como hay mujeres que por convicción y de manera libre protestan y lo van a seguir haciendo, así también hay oportunistas. Estoy viendo que hasta los partidos, por respeto no voy a decir qué partidos, pero se pasan, se pasan”, dijo.
Y un día antes, el diputado federal del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, publicó en Twitter que la derecha estaba promoviendo un paro nacional “disfrazado de protesta de mujeres”, y que algunas compañeras de izquierda estaban cayendo en “la trampa”.
No debemos perder de vista que:
-Las mujeres y los hombres no mueren de las mismas maneras cuando son privados de la vida. Las mujeres son asesinadas de formas más brutales y con mayor saña que los hombres en más de un tercio de los casos. Más de un tercio de estas muertes ocurren por asfixia, estrangulamiento, ahogamiento. El lugar más peligroso para las mujeres, donde pierden la vida poco más de la mitad anualmente, son las viviendas. A diferencia de los hombres, cuyos asesinatos ocurren en espacios públicos. La probabilidad de que los perpetradores de esas muertes violentas sean sus parejas, exparejas o familiares, cubre seis de cada 10 casos, según la estadística internacional, y estos datos no tienen nada que ver ni con la derecha ni con la izquierda.
El origen del paro no tiene vínculo con grupos o partidos de derecha, tiene que ver con los asesinatos de mujeres.
Ni un paso atrás.
“Si paramos nosotras, para el mundo”
NI UNA MUJER EN LAS CALLES
#UnDíaSinNosotras #ParoNacional