Columnas
A partir de 2026 la parrilla de la Fórmula 1 estará formada por once equipos con la llegada de Cadillac, después de un proceso que fue un verdadero culebrón: hace años Andretti Global, propiedad del campeón de 1978 Mario Andretti, dirigido por su hijo Michael, intentó comprar Sauber sin éxito, por lo que se propuso crear una nueva escudería con su propio nombre en conjunción con General Motors a través de su marca Cadillac, que se comprometió a desarrollar su propia planta de poder a partir de 2028.
En apariencia todo iba muy bien: Andretti Global mudó su sede al Reino Unido para estar cerca del “movimiento”, contrató doscientos empleados especializados y adquirió su propio túnel de viento. Pero Liberty Media, dueña de la F-1, no se mostró nada receptiva, especialmente por la presencia de Michael Andretti, con el argumento de que no aportaría nada en el aspecto comercial y deportivo. El trasfondo del asunto es que Michael nunca ha tenido una buena reputación en el padock debido a su fuerte personalidad de alma rebelde y contestataria, desde su época como piloto tiene muchos malquerientes en Europa y América. Para acabar pronto, Michael Andretti simplemente no sería aceptado bajo ningún concepto (véase la columnilla del 2-feb-24, “Las mentiras de la F-1”).
Sin embargo, el interés de General Motors, la mayor automotriz estadounidense, que lo fue del mundo durante décadas, sí que le resulta atractivo a la máxima categoría. Se realizó una revisión de todo el asunto y como resultado hubo cambios sustanciales: originalmente el proyecto era Andretti-Cadillac con Michael dirigiendo; se modificó el esquema a Cadillac-General Motors y muy probablemente el nombre “Andretti” será eliminado; y lo más importante: Michael queda fuera y GM se involucrará al cien por ciento desde 2026. Como una especie de premio de consolación Mario Andretti encabezará la junta directiva del equipo, pero en un papel no ejecutivo. ¿Qué sucedió? ¿El gigante automotriz traicionó a Andretti? No, porque si bien el nombre quedará en segundo plano e incluso no aparecerá, la estructura deportiva del equipo será la de Andretti Global.
A pesar de que la categoría fue creada en 1950 por un grupo de personajes locos, entusiastas, soñadores y románticos de la velocidad, como un campeonato de constructores, la Fórmula 1 favorece desde hace muchos años a las grandes marcas por encima de los privados (Minardi, Arrows, Jordan, Williams, McLaren, et al a lo largo de la historia), por considerar que estas aportan más beneficios económicos. De manera que el nombre Cadillac-GM resulta idóneo y más útil para hacer crecer los “business” en el mercado norteamericano.
Andretti no ha fracasado del todo; aunque llegó a la F-1 de forma marginal, tal vez en un futuro que por el momento parece incierto, su nombre aparecerá sin ninguna restricción. Yo lo percibo como aquel cobrador que, lo primero que hace cuando el cliente le abre la puerta es meter el pie; aún no ha entrado, pero ya no lo podrán sacar. A mí me gusta la idea porque soy un romántico. Hasta el próximo jueves…