Columnas
Joe Biden y Kamala Harris volvieron a presentarse juntos en un acto político público, se le vio como en los viejos tiempos como una fórmula sólida que se complementa y en la que cada uno aporta lo mejor de sí.
La industrial ciudad de Pittsburgh fue el lugar para la reparación, vimos a un revitalizado Joe Biden y a una Kamala Harris en plenitud, hablaron y destacaron lo hecho en materia laboral.
Biden dijo que estará en un segundo plano para que Harris brille con luz propia y la gente la conozca al detalle.
El evento se trató de su primer acto de campaña juntos desde que la actual vicepresidenta aceptara la nominación de su partido para la carrera presidencial. Biden personalmente avaló a Harris y prometió ayudarla “desde la barrera”. Después de decir que Harris tenía una valentía inquebrantable y la moral de un “santo”, el actual mandatario tomó la mano de Harris y los dos se abrazaron. Los cánticos de “gracias, Joe” estallaron cuando Biden comenzó su discurso.
El equipo de campaña de Harris trabajó con la oficina presidencial para diseñar un evento dedicado a la planta trabajadora, tan es así que en la reunionambos subrayaron su apoyo a los trabajadores del acero de la corporación U.S. Steel, para que, ésta siga siendo de propiedad nacional y donde respondieron auna de las mayores preocupaciones de la región, la venta a la compañía japonesa Nippon Steel a la cual se opusieron…“los estadounidenses son los mejores trabajadores del acero del mundo (…) Esta icónica empresa estadounidense durante más de un siglo va a permanecer siendo estadounidense”, reivindicó Biden quien tomó la palabra ante representantes del sindicato del acero en Pennsylvania y un público conformado principalmente por trabajadores de ese sector.
Harris y los demócratas han diseñado una campaña quirúrgica y para muestra Pennsylvania es uno de los conocidos como “estados bisagra” en los que no hay una inclinación marcada por el Partido Demócrata o por el Partido Republicano y donde las elecciones de noviembre se pueden decidir por unos pocos votos.
La suma de esfuerzos, talentos e intereses políticos no sólo son por partida doble en ambas formulas, sin embargo, tener el apoyo del presidente puede ser la diferencia, esto lo veremos en los 2 meses por venir, pero, sobre todo, el 5 de noviembre.
Que Donald Trump puede ganar sin el apoyo de un hombre en la presidencia estadounidense, es cierto, pero de los resultados favorables que ha sumado Harris con el apoyo de su partido y sin duda de todo el aparato gubernamental y, sobre todo, el apoyo económico que ha recibido, es ya más alto que el recibido por su contrincante.
@arnc7