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San Valentín es una fecha en la que las emociones se desbordan, y en México, no hay mejor forma de expresar el amor que con la música del mariachi. Desde hace décadas, esta tradición se ha convertido en el lenguaje perfecto para enamorar, reconquistar o hasta despedirse de un amor imposible.
En cada rincón del país, los acordes de la guitarra, el violín y la trompeta llenan el aire con melodías que narran historias de pasión y entrega. “Cien años”, “Hermoso cariño” y “Si nos dejan” son solo algunas de las canciones que, acompañadas de un mariachi, han sido cómplices de innumerables declaraciones de amor bajo balcones, en serenatas a la luz de la luna o en cenas románticas donde las notas musicales sustituyen las palabras.
La magia del mariachi en San Valentín no solo radica en sus canciones, sino en la emoción que transmite. Es un arte que traspasa generaciones y fronteras, que se siente en el pecho y que deja huella en el alma. No importa si es un amor joven o de muchos años, el mariachi tiene la capacidad de hacer latir los corazones al mismo compás.
Este 14 de febrero es un día especial para llevar serenata y compartir una jornada de fiesta en la icónica Plaza Garibaldi, el corazón del mariachi en México. Ahí, el ambiente se llena de alegría y romanticismo, con parejas, amigos y familias que se reúnen para disfrutar de la mejor música del mariachi y seguir con la tradición de celebrar el al ritmo de las canciones que han marcado generaciones.
En esta fecha especial, el mariachi sigue siendo el mejor aliado del romanticismo. Porque si el amor es un sentimiento eterno, el mariachi es la mejor música romántica para celebrar este día tan especial.