El lopezobradorismo, en todos sus frentes, luce sólido de cara al proceso electoral que viviremos el próximo dos de junio. Después de atestiguar el dominante posicionamiento de Claudia Sheinbaum en el debate, no queda ninguna duda quién ganará la elección presidencial. A ello, evidentemente, se sumará una cantidad importante de entidades federativas que, de igual forma, están demostrando mucho nivel en la competencia interna. En la actualidad, de hecho, Morena domina 7 de nueve estados y, de paso, tiene grandes chances de llevarse Guanajuato y Yucatán. Los demás territorios, claro está, se sumarán a la larga lista de puntos claves que gobiernan el movimiento de izquierda a nivel nacional.
Los tiempos actuales, en ese sentido, nos guían por la misma dirección en entidades que, en su gran mayoría, son consideradas como bastiones del lopezobradorismo. Hablamos de Veracruz, Ciudad de México, Morelos, Tabasco y Chiapas. Esta última entidad del sur, por cierto, con un paso contundente en las encuestas de opinión pública. Es, ni más ni menos, el resultado del trabajo que ha construido Eduardo Ramírez.
De hecho, el abanderado de la coalición Seguimos Haciendo Historia se ha convertido en un fenómeno social. Al lado de él, por supuesto, camina una multitud de sectores sociales que, a su vez, nutren las grandes manifestaciones que se muestran en todas las plataformas de comunicación.
En pocas palabras, en todas sus presentaciones y recorridos ha mostrado eventos abarrotados. El llamado que ha hecho a la unidad, por tanto, ha convocado a todos los sectores sociales. De hecho, esa consigna de cohesión es, en definitiva, un componente claro que lo llevará a ganar la gubernatura. Y sí: todos los estudios anticipan lo inminente. De acuerdo con la encuesta de encuestas, Eduardo Ramírez tiene una ventaja de más de treinta puntos a su favor. Eso significa que, hoy por hoy, la población tiene claro quién encabeza el mejor proyecto para profundizar las políticas públicas. De hecho, el Jaguar, como le conocen, está cimentando lo que será su plataforma de gobierno para los próximos seis años.
Ha fijado, en ese sentido, prioridades en tiempos claves como el que vivimos en la actualidad. Desde Chiapas, Eduardo Ramírez ha ido esbozando su agenda, lo que nos hace suponer que, a la par del proceso, se construye la plataforma de lo que será la gestión institucional. El campo, seguridad, educación y la salud, son parte de los ejes que Ramírez ha ido puntualizando dadas las propuestas que, de manera clara, surgen como parte del sentir social, especialmente en la participación activa de diversos sectores. De hecho, se observa una labor de planificación a través de mecanismos e instrumentos de comunicación que, desde luego, posibilitan tener una mejor percepción de las demandas que aquejan a los ciudadanos. En palabras más simples, es un esquema para ir dándole forma a lo que será, en unos meses más, el plan de gobierno.
En seguridad, por ejemplo, me llamó mucho la atención los mecanismos que Eduardo Ramírez ejercerá para que, en un futuro inmediato, la pacificación de Chiapas sea una realidad. Dijo, entre muchas cosas más, que dedicará gran parte del tiempo para que la paz reine en cada uno de los rincones de la geografía chiapaneca, partiendo que, para que eso sea posible, debe existir voluntad y responsabilidad, pero también componentes inherentes como educación y programas sociales que, desde luego, ayudan a recomponer el tejido social.
Con esa habilidad política que ha demostrado Eduardo Ramírez— durante su gestión— seremos testigos de un gobierno incluyente y vanguardista para apuntalar no solamente el desarrollo, sino la capacidad de infraestructura y obra. Él, de hecho, tiene conocimiento de cuáles son las prioridades de los ciudadanos que, evidentemente, han manifestado sus inquietudes y, a su vez, alimentan las propuestas a través de un diseño participativo que, fiel a su estilo, domina a la perfección el abanderado de Morena en Chiapas. Eso, para efectos inmediatos, ha comenzado a dar cauce a lo que será, téngalo por seguro, las bases del próximo gobierno que encabezará el Jaguar Negro.
Considerando el dominante paso que ha tomado en las encuestas, y la efervescencia que se genera en un clima propicio donde la ciudadanía será partícipe de la continuidad del proceso de transformación, todo eso se conjuga para tener un gobierno democrático. El listado de propuestas que ha puesto sobre la mesa, son la prueba más contundente de que habrá, no cabe duda de ello, un escenario próspero para Chiapas. Desde luego, Eduardo Ramírez, con toda la experiencia acumulada, sabrá llevar al territorio a otras latitudes de crecimiento y fortalecimiento en todas las áreas de oportunidad.
Que no quede duda: Eduardo Ramírez será el próximo gobernador constitucional de Chiapas.