Columnas
La justicia social es el camino hacia la igualdad. Por años, los gobiernos neoliberales hicieron oídos sordos a las necesidades de los menos favorecidos, construyeron políticas públicas para unos cuantos, porque el viejo régimen vio la pobreza como un mercado electorero y al presupuesto como una oportunidad para construir carteles inmobiliarios que con el sismo del 17 sus construcciones se vinieron abajo dejando a cientos de familias en la calle, el dinero del pueblo fue usado para construirle el nido a su gaviota, casas rojas y empresas de gelatinas.
Quienes nacimos en la pobreza fuimos relegados y quedamos en el olvido de todo programa social y política pública, los gobiernos de unos cuantos usaron los fideicomisos como el FONDEN para enriquecer a los dueños de los grandes capitales, fortunas y negocios hechos con el dinero del pueblo, con el dinero de nuestro trabajo, lo que nunca imaginaron es que se les acabaría, que el pueblo acabaría con sus saqueos porque con la Cuarta Transformación, los representantes del pueblo, los representantes de la mayoría, estamos aquí, a los que un día nos dijeron que no, a los que sus políticas públicas separatistas nos negaban el derecho a soñar con un mejor presente.
Las mujeres jefas de familia que vivieron en el olvido hoy tienen una forma de llevar el pan a su mesa, los adultos mayores a quienes solo volteaban a ver en época electoral hoy son atendidos a través de programas sociales que buscan garantizarles una vejez digna. La cuarta transformación siembra vida y cosecha progreso, porque mientras los Calderonistas sumaron 15.9 millones de pobres, y ¿qué podemos decir de los Peñistas y su estafa maestra?, que en su cruzada del fraude, en su mal llamada cruzada contra el hambre, incrementaron el número de personas identificadas en pobreza extrema en 12.9%. Andrés Manuel López Obrador y su modelo de gobierno saco a más de 5 millones de personas de la pobreza.
En la Cuarta Transformación tenemos claro que la educación trae consigo oportunidades, que es un derecho y no un privilegio por ello en la mañana del jueves, las y los legisladores del pueblo aprobamos el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2024 y le dijimos a los neoliberales NO a sus saqueos, SI a un presupuesto que le regresa el dinero del pueblo a las familias de México, SI al bienestar social, SI a acabar con la brecha de desigualdad que generaron, SI a garantizar la protección más amplia del derecho al trabajo, porque esa es también la garantía de la consolidación de un estado social y democrático. Por ello es una realidad el crecimiento del salario mínimo real en un 87%.
Han sido cinco años de trabajo arduo, no solo en el gobierno y la administración, sino también en la búsqueda de la legalidad, la inclusión, la igualdad y la justicia para crear conciencia social, génesis de las grandes transformaciones que requiere México.
María Rosete
#porlosqueamamos