La defensa de los animales ha sido a lo largo de mi vida un tema constante de angustia, peligro e injusticia que se reafirma nuevamente a través del caso Golden ocurrido el 26 de agosto de 2017. Estoy acostumbrada a las amenazas de los maltratadores, pero nunca a ser hostigada por las autoridades encargadas supuestamente de impartir justicia a pesar de haberles comprobado que los perros se encuentran en una fundación en el estado de Morelos.
¿Cuándo una mujer que lucha por el bienestar de un animal se convierte en enemiga de la Fiscalía capitalina que se ha negado sistemáticamente a escucharme cuando el aseguramiento de los Golden lo hizo la propia instancia capitalina motivada por una denuncia por maltrato animal hecha por vecinas del propietario de los animales que pagó a la Paot 21 mil pesos como reparación del daño ambiental cuando lo que se estaba denunciando era crueldad?
En esta ocasión sirvan estas líneas para informarle al Juez Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, Juan Mateo Brieba de Castro, que físicamente yo no tengo a la manada de Golden, sino la fundación Yakuna quien los recibió el 30 de agosto de 2017 de manos del propio Ministerio Público.
Por obviedad la Fiscalía capitalina tienen conocimiento de que los animales de compañía se encuentran gozando de sus cinco libertades en el inmueble de Yakuna, aun así, la Ministerio Público no solo no ha hecho caso a los oficios que he metido sobre el lugar donde están los Golden, sino ha enviado a mi casa a policías de investigación después de las 11 de la noche a intimidarme.
Resulta indignante por no decir más que el acusado de maltrato haya sido absuelto de cualquier responsabilidad por parte del poder judicial únicamente porque pago 21 mil pesos por los orines que salían de su domicilio a la calle.
Es aberrante que una activista que además logró incluir en la Constitución de la Ciudad de México, en el articulo 13, inciso B, se les considerara a los animales como seres sintientes sea perseguida y amenazada por la Fiscalía de la Ciudad de México para que entregué a los Golden porque el fallo judicial fue a favor del propietario sin importar el daño físico y emocional de que eran victimas los perros y perras.
No es posible que la Fiscalía de la Ciudad de México en su calidad de servidora pública no responda a los oficios que como ciudadana he metido sobre el tema, lo que conlleva a una negligencia enorme porque se me está negando mi derecho a ser informada de mi situación legal.
Pregunto: ¿Esta es la respuesta a la promesa que hicieron las actuales autoridades de esta urbe para proteger a los animales? Además de perder el caso los activistas tenemos que defendernos de la propia Fiscalía quien se ha puesto del lado del acusado y en contra de una mujer que ha hecho mucho por los animales en esta Ciudad.