El Consejo General del INE sesionó el miércoles de esta semana para dar cuenta de un informe relativo a la cancelación del voto electrónico en Coahuila.
En dicho reporte, se hace notar que “en nuestro país, algunas entidades federativas han dado pasos importantes en el voto vinculante mediante urnas electrónicas, entre los cuales se encuentra el estado de Coahuila, en el cual se han implementado mecanismos electrónicos en las elecciones de gubernatura, diputaciones y ayuntamientos en 2005; diputaciones en 2008; ayuntamientos en 2009; diputaciones locales en 2020 y diputaciones federales y ayuntamientos en 2021. Cabe agregar que en el PEC 2020-2021 se implementaron 50 urnas electrónicas del modelo desarrollado por la entidad”.
Sin embargo, se reconoce que aun con la experiencia acumulada, la Comisión Temporal para el Seguimiento de los Procesos Electorales Locales (COTSPEL), emitió un acuerdo por el cual se aprobó cancelar el voto electrónico, en la totalidad de las casillas que forman parte de la modalidad de la prueba piloto vinculante del proceso electoral local 2022-2023 en Coahuila que eran 74 urnas.
El motivo de la cancelación fue porque “durante el proceso de validación una representación partidista solicitó que, adicionalmente a los ejercicios de votación simulada que se estaban efectuando, se incorporaran votos adicionales con los códigos de votación asignados a las representaciones de los partidos políticos. Esta petición fue concedida, atendiendo a los principios de certeza y máxima publicidad, lo cual condujo al hallazgo de que, al momento de deslizar los códigos de votación asignados a los representantes de partidos políticos estos no se desactivaban, permitiendo su utilización en dos o más ocasiones”.
En el acuerdo de la COTSPEL, también se refiere que posteriormente, “se realizaron ejercicios adicionales, inclusive en otras urnas electrónicas y se corroboró por una parte que, efectivamente persistía la irregularidad en los códigos asignados a los representantes de partidos políticos permitiendo votar más de una ocasión, y por otra parte se constató que aun y cuando los códigos pudieron ser utilizados varias veces, la urna electrónica solo contabilizaba una participación y no existían modificaciones en las actas de resultados”.
Por lo tanto, las representaciones de los partidos consideraron que lo mejor era no utilizar las urnas electrónicas y acudir al método tradicional de boletas impresas, pues dichas inconsistencias comprometían la certeza y confiabilidad de los resultados de las votaciones, lo cual fue aceptado por la COTSPEL; en ese sentido, razonó que era mejor suspender el ejercicio para conjurar el riesgo de generación de noticias falsas o información descontextualizada que pueda traducirse en una merma de la confianza en la organización del proceso electoral en la entidad y la certeza de sus resultados.
Con independencia de lo acertado de la decisión de la autoridad electoral, resulta lamentable que en esta ocasión no se pueda continuar con el ejercicio de sufragar en urnas electrónicas en Coahuila, pues en lo personal soy partidario de la modernización y automatización de los procesos electorales, pero en un país como el nuestro, donde las instituciones y los instrumentos electorales se han creado con base en la desconfianza, no es fácil apostar por la tecnología.
Por cierto, hablando de desconfianza, en el ambiente quedó un tufillo sobre si las urnas electrónicas que se utilizarán en el Estado de México presentan o no el mismo error. Ya veremos qué sucede este domingo porque las pasiones en la entidad mexiquense están al rojo vivo y no vaya siendo que ahí también falle la tecnología y nadie lo haya advertido oportunamente.
Plancha de quite: “Este sería el momento de decir: “se los dije”, pero no lo voy a hacer”. Uuc-kib Espadas Ancona. Consejero del INE.