China es una región que parece muy lejana y ajena a Occidente. Pero no podíamos estar más equivocados al respecto.
Durante la época imperial de la antigua China, el control y la expansión que tuvieron sobre el comercio de las especies (pimienta, clavo, nuez moscada) motivaron que los navegantes europeos de la época buscarán rutas alternas para acceder a las codiciadas mercancías.
Uno de esos navegantes fue Cristóbal Colón.
Los eventos que marcaron el devenir de nuestro continente, la conquista de América, el mestizaje y las nuevas interrelaciones globales, emergieron del control comercial que la China imperial mantenía. Incluso parte de las expediciones hacia las Américas, fueron financiadas con créditos de los bancos mediterráneos, que a su vez eran financiados por el imperio chino.
El día de hoy, la nueva China o República Popular de China inicia su año 4720 bajo el signo del Tigre. En la actualidad la RPC es la economía más grande del mundo, tras la pandemia fue de los pocos países que tuvieron un crecimiento económico. En el año 2020, como parte de su proyecto a 100 años, lograron terminar con la pobreza, y ahora cada habitante de China vive, por lo menos en la justa medianía.
Además, la industria de manufacturas de la RPC ha tenido un importante impacto en todas las economías en desarrollo como la nuestra. Los bajos costos de insumos que se usan para todo tipo de industrias, desde agrícolas hasta tecnológicas, ha permitido el desarrollo y crecimiento de todo un conjunto de empresas debido a que la inversión de capitales es de bajo costo y eso permite tener precios accesibles y competitivos para los mercados emergentes.
Actualmente, China es uno de los motores en la transformación de nuestras sociedades hacia la economía digital. No por nada hay tensas disputas comerciales, más no irreconciliables, entre nuestro vecino Estados Unidos de Norteamérica y la República Popular de China en el tema del sector tecnológico.
Sin duda, nuevamente China será uno de los motores de crecimiento de la industria latinoamericana en esta nueva etapa en la que hemos entrado para la economía digital.
Entre las metas fundamentales de nuestro gobierno para el 2022 se encuentra cerrar la brecha digital bajo el principio rector de nuestro movimiento “primero los pobres”. Es natural que quienes no tienen visión de Estado no alcancen a ver la importancia de contar con una infraestructura social, protegida bajo el precepto de seguridad nacional, pero que sea de bajo costo, de la mejor calidad y manufacturada en cierto porcentaje dentro México. La manufactura de la RPC cumple con esos lineamientos.
Una infraestructura del Estado de alta calidad y de costo razonable, otorgará la oportunidad a miles de unidades de negocio a prosperar. Este mapa es igual de claro para los grandes capitales del sector de telecomunicaciones en México. Además, hay que resaltar, que incluso la infraestructura que ofrecen otras empresas de origen occidental, maquila gran parte de sus componentes en China.
En septiembre de 2022 se hará la primera licitación para el espectro de banda del 5G. Tal vez en este momento no se aprecia el futuro que nos espera con una tecnología de mayor capacidad y con bajo costo, Pero los más beneficiados, sin duda serán quienes aún sufren los estragos de la brecha digital que en este tiempo de pandemia hicieron más evidentes las grandes desigualdades en el tema tecnológico.
Aparentemente, China se ha mantenido lejos de occidente, pero en esa quietud las fuerzas de su desarrollo económico a lo largo de la historia han mantenido en movimiento el ritmo de interdependencia y crecimiento de la humanidad.
No me queda más que enviar una felicitación llena de amistad a nuestra hermana nación de la República Popular de China en este año nuevo del tigre. Por muchos años de prosperidad para nuestras naciones.