Florida restringe considerablemente el derecho al aborto, en el contexto de una campaña electoral

AFP

Si bien el derecho al aborto es uno de los temas que dominan la campaña presidencial, Florida verá entrar en vigor el miércoles una ley extremadamente restrictiva al respecto, y se espera que la propia vicepresidenta Kamala Harris se muestre indignada.

Como ya había hecho el presidente Joe Biden hace unos días, debería atacar al republicano Donald Trump, responsabilizándolo de las prohibiciones o restricciones a las interrupciones voluntarias del embarazo decididas por muchos estados americanos desde hace dos años.

Florida ahora prohibirá cualquier interrupción voluntaria del embarazo después de seis semanas, en comparación con las quince semanas anteriores.

“Los votantes harán responsable a Trump”, aseguró Joe Biden el 23 de abril.

El demócrata de 81 años también viajó a Florida, este estado del sudeste, uno de los más poblados del país, que votó dos veces abrumadoramente a Donald Trump, y donde su equipo de campaña está casi desconcertado al soñar con una hazaña electoral en noviembre. .

El republicano se felicita periódicamente de haber sido el origen de la espectacular reversión de jurisprudencia del Tribunal Supremo en junio de 2022.

La institución, a la que había dado una composición muy conservadora, había destrozado la protección a nivel federal del derecho al aborto, devolviendo la responsabilidad a los Estados.

Kamala Harris tiene la intención de "discutir el daño causado por las prohibiciones del aborto a nivel estatal y recalcar el hecho de que + fue Trump quien hizo esto +", afirmó el equipo de campaña del presidente estadounidense y su compañero de fórmula.

La vicepresidenta, de 59 años, primera mujer y primera persona afroamericana y asiáticoamericana en este cargo, ha realizado numerosos viajes y declaraciones sobre este tema en los últimos meses.

Antes del miércoles, Florida era un refugio para mujeres en el sureste de Estados Unidos, una región donde las prohibiciones o restricciones se han multiplicado.

- "A l'aise" -

Nueve estados del sur han implementado tales medidas. Al igual que Florida, Georgia y Carolina del Sur han fijado un límite de seis semanas de embarazo, etapa en la que muchas mujeres aún no saben que están embarazadas, subrayan asociaciones que defienden el derecho al aborto.

La Corte Suprema de Florida confirmó la entrada en vigor de esta ley en abril, pero al mismo tiempo devolvió la decisión final a los votantes.

Estos últimos votarán en noviembre, coincidiendo con las elecciones presidenciales y legislativas, una enmienda que garantiza el derecho al aborto en el estado sudoriental.

La interrupción voluntaria del embarazo ha sido casi siempre un tema políticamente candente en Estados Unidos, aunque, según las encuestas, la mayoría de los estadounidenses están a favor del derecho al aborto.

Donald Trump lo sabe muy bien. Si bien se jacta regularmente de su papel decisivo en el fin de la famosa jurisprudencia “Roe versus Wade” que protegía este derecho, se cuida de declarar abiertamente su apoyo a una prohibición federal, exigida por la derecha religiosa.

Cuando Time le preguntó si vetaría dicha ley en caso de reelección, el magnate de 77 años, objeto de numerosos procesos penales, respondió.

"No tengo que vetarlo porque ahora todo ha vuelto a Estados Unidos", dijo durante una entrevista, cuya transcripción se publicó el martes.

Donald Trump, sin embargo, indica que dejaría el campo abierto a los estados en cuestión si decidieran procesar a las mujeres que abortaron fuera de plazo: "No tengo que sentirme cómoda o no" con esta perspectiva.

"Los estados tomarán esa decisión".

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