Columnas
Ante la imposibilidad de revertir las encuestas los opositores las utilizarán como herramienta para fingir votaciones reñidas con el objetivo de intentar un fraude electoral. Mientras más reñidos parezcan los estudios de opinión aumentan las posibilidades de colocar una trampa a los verdaderos triunfadores en urnas.
En la realidad la intención del voto está definida desde meses atrás, la diferencia entre los competidores crece y esto obliga a la oposición a exhibir encuestas a modo de casas encuestadoras nuevas y algunas de ellas fantasma.
La idea de la oposición radica en presentar una competencia reñida para dar resultados electorales cercanos y trabajar en dos vertientes, dependiendo de la entidad: la primera es argumentar que hubo fraude, e impugnar; o bien, como acostumbran, cometer fraude electoral.
Por eso la señito X asegura que crece en las encuestas, aunque en realidad disminuya sus preferencias y otros candidatos opositores también hablen de que van acercándose a los candidatos de Morena.
Sin duda uno de los más grises competidores de la oposición por las gubernaturas es Pepe Yunes, va por el gobierno de Veracruz, quien es tan insignificante que, hasta el líder nacional del PAN, Marko Cortés se le ha olvidado ungirlo personalmente como abanderado de ese partido, por eso y la débil campaña que lleva a cabo, aseguran que ya está a siete puntos de Roció Nahle, cuando en realidad lleva 21 puntos contra 57 de su oponente.
A Yunes sólo lo colocaron para llenar el requisito y como fue el único que levantó la mano lo designó el PRI por el dedo de Alito, pero no goza el consenso total de la alianza opositora, ni tiene el beneplácito panista. Pero es el único que no le teme al ridículo.
Cuando aparezca el candidato a la gubernatura de Movimiento Ciudadano seguramente se va a tercer lugar.
La ventaja de la oposición es mantener todavía a los medios convencionales de su lado, lo cual se convierte en un verdadero peligro para la democracia, porque mientras se sigan tomando en cuenta notas periodísticas y muestras de evidencias en los medios, el riesgo es inminente.
Desde la candidata a la Presidencia hasta presidencias municipales que les interesa ganar a la oposición las encuestas están vidas y para ellos son reales las encuestas donde están muy cerca del primer lugar.
La oposición muestra encuestas sin metodología, acusaciones sin pruebas, denuncias penales sin evidencias, montajes evidentes en los medios convencionales. Nadie exige a la oposición un respaldo a sus palabras. Como si a sus clientes le gustara que les mientan y añaden a sus fantasías encuestas que ni siquiera cumplen con los mínimos requisitos.
La actual oposición tiene como sus consignas, sólo mentiras. Es incapaz de comprobar cualquiera de sus acusaciones contra funcionarios públicos y sus familias.