La muerte de George Floyd desató la furia entre los estadounidenses, sobre todo entre la población afroamericana, y dejó al descubierto algo que vagaba en las calles, situaciones que quizá quedan entre 4 paredes, silencios ahogados entre lágrimas de hombres y de mujeres que sólo por ser afroamericanos despiertan el rechazo entre los blancos.
¿De qué ha servido el icónico discurso de Martin Luther King “Yo tengo un sueño” cuando en estos días se han vivido pesadillas en las calles, con incendios, violencia, saqueos? Y sobre todo una furia que prendió las alarmas en la Casa Blanca y obligó a confinar a Donald Trump al búnker dentro de la residencia presidencial. Como una medida para evitar más actos violentos es entendible el toque de queda en ciudades que van de Washington, Los Angeles, Houston, Atlanta, Miami… esto permitirá apaciguar el enojo de miles por la muerte de George Floyd, pero en nada ayuda el que el presidente diga que hay terroristas, anarquistas, radicales de izquierda –que no le consta– detrás de las protestas.
Cuando el expresidente Barack Obama por el contrario reconoce que se deben de condenar a los pocos que ejercen violencia durante las protestas, pero no a la abrumadora mayoría que merece el respeto de la sociedad, está claro: uno amenaza hasta con mandar el ejército, mientras que Obama es empático y sabe negociar.
Donald Trump no abona en nada al llamar débiles a algunos gobernadores por no ejercer mayor fuerza, y es que aún entre el fuego en las calles Trump, que busca su reelección, ha sacado el beneficio político de tener el reflector por ser el presidente de EU para atacar a los gobernadores y al alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, ciudad donde murió George Floyd, sólo por ser demócratas.
Aquí el antes y después en estos actos violentos son: Urgentes reformas al sistema judicial, seguimiento en la salud mental de los policías porque algunos han olvidado que están para cuidar y proteger, no lastimar, no abusar del poder que les da una placa. Ése es el reclamo, además de pedir justicia por la muerte de Floyd que murió por aparentemente tener un billete falso de 20 dólares. Aquí hace falta un manotazo. Trump tiene ahí la oportunidad para cambiar el rumbo de quienes se encargan de la seguridad, pero ¿lo tendrá en el radar?
La prueba de que es importante dar seguimiento a la conducta de los policías es que el responsable de la muerte de Floyd, el exagente Derek Chauvin tiene 18 denuncias por mala conducta. La alerta estaba ahí y nadie la vio.
La otra protesta.- La industria de la música en apoyo a la comunidad negra realiza hoy “El martes negro” con el que se pretende que “con la música apagada, podamos realmente escuchar”. Se harán donativos para pagar fianzas y abogados a quienes han sido arrestados durante las protestas por la muerte de George Floyd.