En la Ciudad de México, el gobierno abierto está reconocido a nivel Constitucional, al establecer en los artículos: 21, 26, 32, 33, 53 y 60 que toda la información pública estará disponible para la ciudadanía y que los gobiernos de los distintos niveles en el ejercicio de la administración deberán cumplir con los parámetros del gobierno abierto que garanticen la participación ciudadana.
Por lo que respecta al concepto de gobierno abierto, el artículo 60 de la Constitución capitalina refiere que “es un sistema que obliga a los entes públicos a informar a través de una plataforma de accesibilidad universal, de datos abiertos y apoyada en nuevas tecnologías que garanticen de forma completa y actualizada la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información. Asimismo, se deberán generar acciones y políticas públicas orientadas a la apertura gubernamental a fin de contribuir a la solución de los problemas públicos a través de instrumentos ciudadanos participativos, efectivos y transversales…”.
En el contexto del gobierno abierto, la idea es que los servidores públicos dejen atrás el viejo esquema de considerar a la información gubernamental como propiedad de la institución o del funcionario, para dar paso a una política de total trasparencia y acceso a la información pública, bajo la premisa fundamental de un sistema de rendición de cuentas y de acercar las instituciones, servicios e información del Estado con la ciudadanía, a modo de cultivar un vínculo de participación, donde se pueda llegar al desarrollo colectivo de soluciones de los problemas que atañen a la comunidad política y social en su conjunto.
En el plano internacional, diversos países se han congregado en lo que se ha denominado “Alianza para el Gobierno Abierto”, la cual es un esfuerzo global para impulsar gobiernos más transparentes, que practiquen la rendición de cuentas, que combatan a la corrupción y que fomenten la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos mediante el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, haciendo frente a cinco grandes retos: mejora de servicios públicos, aumentar la integridad pública, manejo de recursos públicos con mayor eficacia y eficiencia, construcción de comunidades más seguras, y aumento de la rendición de cuentas; todo ello observando los principios de: transparencia, participación ciudadana, rendición de cuentas, innovación y tecnología.
En el caso de México, su gobierno se comprometió a promover la Alianza para el Gobierno Abierto en los diversos foros internacionales, tanto los especializados como los regionales, mediante la implementación de su Plan de Acción y bajo el esquema que la ciudadanía desea gobiernos más transparentes, efectivos y que rindan cuentas, con instituciones que robustezcan la participación de la sociedad y respondan a sus necesidades y aspiraciones.
Plancha de quite: “Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo” Voltaire.