"Nadie ama a su patria porque sea grande, sino porque es suya". Séneca
Viviana Islas Mendoza
El pasado 6 de junio quedó demostrado que la participación ciudadana es la columna vertebral de la democracia y que ésta a su vez legitima a las instituciones electorales. Este espacio lo dedico a todas las personas que hicieron posible las elecciones: capacitadores y supervisores electorales, funcionarios de casilla, auxiliares jurídicos, técnicos, validadores, auditores, consejeros distritales, etc, liderados por miembros del servicio profesional, como un acto de gratitud y reconocimiento a su labor titánica e invaluable, pero poco conocida y de la que hoy les quiero platicar un poco.
En columnas anteriores, he hablado de la estructura y funcionamiento del Instituto Nacional Electoral y de la importancia de los Consejos Distritales, espacios donde reciben, cuentan y resguardan los votos, y donde los capacitadores electorales, juegan un papel fundamental, ya que tienen la enorme responsabilidad de visitar, persuadir, capacitar a quienes fungen como funcionarios de casilla. Labor por sí sola es difícil ante tanta renuencia ciudadana, aunado a los riesgos de inseguridad a los que están expuestos, los climas y distancias de cada región.
Además, se encargan de toda la logística electoral, que va desde asegurar los lugares donde se ubican las casillas; armar, entregar y recibir los paquetes electorales; asegurar la instalación y funcionamiento de casillas, así como, participar en los grupos de trabajo de cómputos distritales. Actividades que en pandemia significaron un esfuerzo mayor.
Hay quienes cuestionan la calidad de la capacitación, quiénes lo hacen, quizá no están conscientes que los funcionarios de casilla son ciudadanos elegidos por sorteo y no expertos en la materia, ni de la complejidad de la capacitación electoral para operar la casilla única. Por ejemplo, en esta elección intermedia en la mayoría de los estados los votantes recibieron en promedio tres boletas, una para la elección federal y dos para las locales, pero en elecciones presidenciales éstas se pueden duplicar y llegar a seis. Dar fe de los resultados no es nada sencillo, realizar el cómputo de votos se complica debido al número de combinaciones posibles para validar o anular un voto, es decir, las famosas coaliciones, aunado a que estas pueden ser diferentes en cada elección, situación que evidentemente, dificulta la cantidad de documentos a llenar, entre actas, hojas de incidentes, sábana de resultados, por lo que los errores humanos son naturales y sin dolo alguno.
Pese a las complejidades los ciudadanos hacen su mejor esfuerzo, para contar y contar muy bien los votos, el sustento está en la coincidencia de los datos arrojados en el conteo rápido y resultados preliminares con los plasmados en los cómputos distritales. Sin embargo, es momento de que los tomadores de decisiones evalúen los procedimientos de nuestro sistema electoral a fin de simplificarlos, dejando atrás la desconfianza y apostándole a la vanguardia.
Por todo lo anterior mi felicitación y reconocimiento al trabajo de todo el personal del Instituto Nacional Electoral, funcionarios de casilla y también a quienes acudieron a las urnas. De manera especial a todo el equipo INE del Estado de México, siempre a la vanguardia enalteciendo el nombre de la institución y donde tuve el honor de vivir el proceso de cerca. No cabe duda de que las personas hacen a las instituciones y que la democracia la hacemos todas y todos.
Viviana Islas Mendoza Colaboradora de Integridad Ciudadana, Consejera Local del INE Estado de México, Politóloga por la UAM, con estudios en Políticas Públicas, Derecho Parlamentario, Procesos Electorales, Transparencia y Violencia Política contra las Mujeres @VivianaIslasM @Integridad_A