Los resultados de las primeras investigaciones sobre el asalto al Congreso la semana pasada señalan al Senador por Texas Ted Cruz, como presunto responsable de los disturbios, el caos e incluso de la muerte de cinco personas.
El legislador texano por el partido republicano intentó bloquear la confirmación de Joe Biden como presidente de Estados Unidos y ha sido señalado por grupos contrarios de haber encabezado al grupo de políticos del ala más conservadora republicana para protestar por los resultados de las votaciones presidenciales en Estados como: Arizona, Pensilvania y Georgia, como ya conocimos después de los disturbios algunos de estos políticos que pretendían bloquear el proceso de certificación, decidieron retractarse sobre la posición que habían expresado.
El congresista por Texas Joaquín Castro publicó en su cuenta de Twitter que, Cruz, debería renunciar a su cargo por haber instigado la revuelta… “pido la renuncia de Ted Cruz porque ha sido extremadamente irresponsable y peligroso durante este tiempo”. El senador por Missouri Josh Hawley, fue otro político que también se manifestó en este sentido… “Cruz debe dejar su puesto por haber instigado la revuelta”.
Los cuestionamientos sobre Ted Cruz han generado una profunda revisión de su historial político y sus manifestaciones de apoyo a Donald Trump lo ubican dentro del huracán post asalto a la casa de los legisladores estadunidenses y pone en peligro el futuro de su carrera política, por lo menos dentro del partido republicano, al no tener el apoyo del “hombre fuerte”, Trump.
Y haciendo eco de la sabiduría popular que reza que del árbol caído todos quieren hacer leña, Beto O´Rourke, quien fue su rival por la senaduría en 2018 dijo… “sus constantes manifestaciones contra del reconocimiento al triunfo demócrata son hoy vistas como una acción egoísta de sedición que inspiró a los terroristas domésticos”.
Ted Cruz de manera tímida ha comenzado su defensa… “llevo cuatro años en desacuerdo con Donald Trump, muchas veces he manifestado mi rechazo con la retórica y el lenguaje verbal del jefe del Ejecutivo”.
Más allá del futuro de Cruz, el aún presidente Trump ha sido presa del abandono, sus más fieles aliados en el Partido Republicano, como el vicepresidente, Mike Pence; el líder del Senado, Mitch McConnell, y el senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, terminaron por darle la espalda en su intento de revertir el resultado de las elecciones del 3 de noviembre y de sus incendiarios discursos. Esta ruptura se hizo particularmente evidente el miércoles durante la sesión conjunta del Congreso para certificar la victoria del demócrata, Joe Biden. La pregunta que surge a estas acciones desaprobatorias es ¿fueron tarde?, ¿es mejor expresarlas a pesar de los pocos días que le quedan en la Casa Blanca? Ya lo veremos.