Como nunca antes en la historia de nuestro país, dos aspectos recientes han impactado el tema de la alimentación de los mexicanos: la pandemia del COVID-19 y la inflación, lo que ha puesto en el centro del debate la necesidad de modificar nuestros hábitos alimenticios, para bien de nuestra salud y la de nuestros bolsillos.
La presencia del virus generó preocupación, pero también interés por cuidar nuestra salud, mejorar nuestro sistema inmunológico para hacer frente a nuevas enfermedades y hacer ejercicio para dejar atrás meses de sedentarismo. Y todo esto acompañado con una alimentación saludable.
Ahora bien, en términos económicos, el incremento de la inflación, que alcanzó 8.7 por ciento en agosto, es otra variable que debe sumarse al panorama actual.
Los productos agropecuarios han tenido las mayores alza, pero debemos tomar en cuenta que en esto influyen varios factores, desde la estacionalidad de la producción (los meses en que se cosecha) hasta los intermediarios que distorsionan las cadenas productivas y generan que al consumidor final lleguen alimentos caros.
En este escenario, vale la pena resaltar la estrategia de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural para impulsar el consumo de productos poco usados en los platillos mexicanos, pero con amplio potencial productivo, alimenticio y saludable.
Es importante que los gobiernos estatales y municipales, así como otras esferas del gobierno y del Legislativo acompañen estas acciones para que la gente conozca alternativas en nuestra alimentación, que sean nutritivas y, a su vez, favorezcan una producción sustentable y retribuyan mejores ingresos a los productores.
Esto, por supuesto, no debe eximir que se continúe trabajando, en el marco del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), con el objetivo de disminuir el precio de los alimentos de la canasta básica, principalmente.
• Otorgan premio internacional a científicos mexicanos por mejoramiento del trigo
Una muy buena noticia: Expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) recibieron el premio BGRI Gene Stewardship 2022 que otorga la comunidad científica internacional, por sus contribuciones al mejoramiento del trigo.
Un orgullo para todos quienes formamos parte de este sector el que se reconozca en el mundo la investigación que se realiza en nuestro país y, además, se abona en uno de los principales retos que enfrenta la humanidad en nuestros días: la seguridad alimentaria.
En horabuena a este equipo y hacemos votos porque continúe el respaldo a los centros públicos de investigación y la aplicación de sus investigaciones en beneficio de la población.
Por último: Las autoridades de la Universidad Autónoma Chapingo deberán poner especial atención al movimiento de la comunidad estudiantil, pues ya suman 15 días de paro de la máxima casa de estudios de México y América Latina en agronomía
LUIS P. CUANALO
• Especialistas del sector agropecuario
• Presidente del Colegio de Ingenieros Agroindustriales de México, A.C.