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La falsa democracia

La falsa democracia

Columnas martes 20 de febrero de 2024 -

Desde su llegada al poder en México, hace prácticamente cuatro décadas, la Oligarquía ha tenido que camuflarse para poder mantenerse y lograr lo más difícil, que una parte importante de la sociedad la defienda, convencida de que lo que está protegiendo es una democracia. Lo vimos en la marcha que no marchó, pero que llenó el Zócalo con esa bandera.

 

Cada rasgo democrático, cada pincelada de apariencia popular, fue arrancada a fuerza de organización y movilización social. Cada paso hacia la democracia costó años de lucha y mucha sangre, como dijo Lorenzo Córdova en su discurso del domingo; pero, lo que no dijo, fue que esa sangre fue mayoritariamente del pueblo oprimido.

 

Los arquitectos de la Oligarquía, no iban a ceder fácil y realmente la verdadera esencia del poder político en México. Para eso sirve el diseño institucional, que entendía perfectamente el exconsejero del IFE, Alonso Lujambio y que explicaba claramente sus alcances. Usando el sistema electoral como un ejemplo, Lujambio era capaz de crear un sistema que dirija el poder político hacia donde se quisiera.

 

Todo está en la forma de establecer los requisitos, los procedimientos, los candados, el tipo de mayoría necesaria para aprobarse, las dependencias que participan, el voto de calidad, el veto, la congeladora, los medios de impugnación, la injerencia de un poder sobre otro, la forma de elegir a los funcionarios de casilla, la distritación, la cantidad y ubicación de casillas, el sistema de partidos, todo cuenta y todo suma a lograr el objetivo que se persiga.

 

El diseño institucional, como el cuchillo de la disertación de Sócrates, no es el malo, es solo el medio, el instrumento, que, lo mismo puede ser usado para alcanzar la democracia plena, como para disfrazar a la oligarquía de gobierno popular.

 

Así, cuando los actores políticos al servicio del poder oligárquico acusan al presidente Andrés Manuel López Obrador de tirano, lo que buscan es engañar al pueblo, a las masas, tratando de sembrar en él la imagen de la peor forma de desgobierno que existe, la tiranía. Lo hacen, para evitar que se cumpla el próximo ciclo político de la historia en México: pasar de una oligarquía a una democracia verdadera.

 

ENTRE GITANOS

NI MARCHA, NI DEMOCRACIA

Es muy bueno que los conservadores en México se hayan atrevido a tomar las calles de forma pacífica, los insultos, groserías y algunos golpes que hubo en la marcha que no fue marcha, pero que sí llenó el Zócalo de la CDMX, no opacan en nada la magnitud de lo vivido. Minimizarlo sería un error y la izquierda caería en lo mismo que hacen ellos con las grandes movilizaciones progresistas. Buena parte de los asistentes, en su mayoría simpatizantes del PRI, del PAN y algunos pocos del PRD, están convencidos de que su causa es correcta, en serio creen que la democracia está en peligro. Atrás de ellos, el poder real de la oligarquía mexicana, sonríe, porque ve que su disfraz democrático es efectivo.

 

Sería más sano que en los próximos mítines, enarbolaran los principios que realmente los unen. Imaginen a miles coreando en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, en contra de los apoyos a adultos mayores, a los jóvenes (“ninis” para ellos), al aumento al salario, la reducción de la jornada laboral, a favor del outsourcing y de privatizar el petróleo y la luz, en contra de la educación pública y gratuita, a favor del IVA en alimentos y medicinas, en contra de las pensiones y de la diversidad sexual. Pero, como saben que son minoría, no lo harán, seguirán tratando de engañar, para regresar al poder y desde ahí iniciar la regresión oligárquica.

 

RELEVO NOTARIAL

El notario Roberto Garzón Jiménez, fue electo como presidente del Colegio de Notarios de la CDMX y presentado oficialmente a la Comisión Registral, Notarial y Tenencia de la Tierra del Congreso de la CDMX.  Se comprometió a continuar y fortalecer la coordinación con el Congreso local y con el Gobierno de la CDMX, en acciones tan importantes como las Jornadas Notariales. Hay mucho por hacer, sobre todo en materia de transparencia y rendición de cuentas. Veremos.

 

*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.

 

avilezraul@hotmail.com

Desde su llegada al poder en México, hace prácticamente cuatro décadas, la Oligarquía ha tenido que camuflarse para poder mantenerse y lograr lo más difícil, que una parte importante de la sociedad la defienda, convencida de que lo que está protegiendo es una democracia. Lo vimos en la marcha que no marchó, pero que llenó el Zócalo con esa bandera.

 

Cada rasgo democrático, cada pincelada de apariencia popular, fue arrancada a fuerza de organización y movilización social. Cada paso hacia la democracia costó años de lucha y mucha sangre, como dijo Lorenzo Córdova en su discurso del domingo; pero, lo que no dijo, fue que esa sangre fue mayoritariamente del pueblo oprimido.

 

Los arquitectos de la Oligarquía, no iban a ceder fácil y realmente la verdadera esencia del poder político en México. Para eso sirve el diseño institucional, que entendía perfectamente el exconsejero del IFE, Alonso Lujambio y que explicaba claramente sus alcances. Usando el sistema electoral como un ejemplo, Lujambio era capaz de crear un sistema que dirija el poder político hacia donde se quisiera.

 

Todo está en la forma de establecer los requisitos, los procedimientos, los candados, el tipo de mayoría necesaria para aprobarse, las dependencias que participan, el voto de calidad, el veto, la congeladora, los medios de impugnación, la injerencia de un poder sobre otro, la forma de elegir a los funcionarios de casilla, la distritación, la cantidad y ubicación de casillas, el sistema de partidos, todo cuenta y todo suma a lograr el objetivo que se persiga.

 

El diseño institucional, como el cuchillo de la disertación de Sócrates, no es el malo, es solo el medio, el instrumento, que, lo mismo puede ser usado para alcanzar la democracia plena, como para disfrazar a la oligarquía de gobierno popular.

 

Así, cuando los actores políticos al servicio del poder oligárquico acusan al presidente Andrés Manuel López Obrador de tirano, lo que buscan es engañar al pueblo, a las masas, tratando de sembrar en él la imagen de la peor forma de desgobierno que existe, la tiranía. Lo hacen, para evitar que se cumpla el próximo ciclo político de la historia en México: pasar de una oligarquía a una democracia verdadera.

 

ENTRE GITANOS

NI MARCHA, NI DEMOCRACIA

Es muy bueno que los conservadores en México se hayan atrevido a tomar las calles de forma pacífica, los insultos, groserías y algunos golpes que hubo en la marcha que no fue marcha, pero que sí llenó el Zócalo de la CDMX, no opacan en nada la magnitud de lo vivido. Minimizarlo sería un error y la izquierda caería en lo mismo que hacen ellos con las grandes movilizaciones progresistas. Buena parte de los asistentes, en su mayoría simpatizantes del PRI, del PAN y algunos pocos del PRD, están convencidos de que su causa es correcta, en serio creen que la democracia está en peligro. Atrás de ellos, el poder real de la oligarquía mexicana, sonríe, porque ve que su disfraz democrático es efectivo.

 

Sería más sano que en los próximos mítines, enarbolaran los principios que realmente los unen. Imaginen a miles coreando en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, en contra de los apoyos a adultos mayores, a los jóvenes (“ninis” para ellos), al aumento al salario, la reducción de la jornada laboral, a favor del outsourcing y de privatizar el petróleo y la luz, en contra de la educación pública y gratuita, a favor del IVA en alimentos y medicinas, en contra de las pensiones y de la diversidad sexual. Pero, como saben que son minoría, no lo harán, seguirán tratando de engañar, para regresar al poder y desde ahí iniciar la regresión oligárquica.

 

RELEVO NOTARIAL

El notario Roberto Garzón Jiménez, fue electo como presidente del Colegio de Notarios de la CDMX y presentado oficialmente a la Comisión Registral, Notarial y Tenencia de la Tierra del Congreso de la CDMX.  Se comprometió a continuar y fortalecer la coordinación con el Congreso local y con el Gobierno de la CDMX, en acciones tan importantes como las Jornadas Notariales. Hay mucho por hacer, sobre todo en materia de transparencia y rendición de cuentas. Veremos.

 

*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.

 

avilezraul@hotmail.com

Desde su llegada al poder en México, hace prácticamente cuatro décadas, la Oligarquía ha tenido que camuflarse para poder mantenerse y lograr lo más difícil, que una parte importante de la sociedad la defienda, convencida de que lo que está protegiendo es una democracia. Lo vimos en la marcha que no marchó, pero que llenó el Zócalo con esa bandera.

 

Cada rasgo democrático, cada pincelada de apariencia popular, fue arrancada a fuerza de organización y movilización social. Cada paso hacia la democracia costó años de lucha y mucha sangre, como dijo Lorenzo Córdova en su discurso del domingo; pero, lo que no dijo, fue que esa sangre fue mayoritariamente del pueblo oprimido.

 

Los arquitectos de la Oligarquía, no iban a ceder fácil y realmente la verdadera esencia del poder político en México. Para eso sirve el diseño institucional, que entendía perfectamente el exconsejero del IFE, Alonso Lujambio y que explicaba claramente sus alcances. Usando el sistema electoral como un ejemplo, Lujambio era capaz de crear un sistema que dirija el poder político hacia donde se quisiera.

 

Todo está en la forma de establecer los requisitos, los procedimientos, los candados, el tipo de mayoría necesaria para aprobarse, las dependencias que participan, el voto de calidad, el veto, la congeladora, los medios de impugnación, la injerencia de un poder sobre otro, la forma de elegir a los funcionarios de casilla, la distritación, la cantidad y ubicación de casillas, el sistema de partidos, todo cuenta y todo suma a lograr el objetivo que se persiga.

 

El diseño institucional, como el cuchillo de la disertación de Sócrates, no es el malo, es solo el medio, el instrumento, que, lo mismo puede ser usado para alcanzar la democracia plena, como para disfrazar a la oligarquía de gobierno popular.

 

Así, cuando los actores políticos al servicio del poder oligárquico acusan al presidente Andrés Manuel López Obrador de tirano, lo que buscan es engañar al pueblo, a las masas, tratando de sembrar en él la imagen de la peor forma de desgobierno que existe, la tiranía. Lo hacen, para evitar que se cumpla el próximo ciclo político de la historia en México: pasar de una oligarquía a una democracia verdadera.

 

ENTRE GITANOS

NI MARCHA, NI DEMOCRACIA

Es muy bueno que los conservadores en México se hayan atrevido a tomar las calles de forma pacífica, los insultos, groserías y algunos golpes que hubo en la marcha que no fue marcha, pero que sí llenó el Zócalo de la CDMX, no opacan en nada la magnitud de lo vivido. Minimizarlo sería un error y la izquierda caería en lo mismo que hacen ellos con las grandes movilizaciones progresistas. Buena parte de los asistentes, en su mayoría simpatizantes del PRI, del PAN y algunos pocos del PRD, están convencidos de que su causa es correcta, en serio creen que la democracia está en peligro. Atrás de ellos, el poder real de la oligarquía mexicana, sonríe, porque ve que su disfraz democrático es efectivo.

 

Sería más sano que en los próximos mítines, enarbolaran los principios que realmente los unen. Imaginen a miles coreando en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, en contra de los apoyos a adultos mayores, a los jóvenes (“ninis” para ellos), al aumento al salario, la reducción de la jornada laboral, a favor del outsourcing y de privatizar el petróleo y la luz, en contra de la educación pública y gratuita, a favor del IVA en alimentos y medicinas, en contra de las pensiones y de la diversidad sexual. Pero, como saben que son minoría, no lo harán, seguirán tratando de engañar, para regresar al poder y desde ahí iniciar la regresión oligárquica.

 

RELEVO NOTARIAL

El notario Roberto Garzón Jiménez, fue electo como presidente del Colegio de Notarios de la CDMX y presentado oficialmente a la Comisión Registral, Notarial y Tenencia de la Tierra del Congreso de la CDMX.  Se comprometió a continuar y fortalecer la coordinación con el Congreso local y con el Gobierno de la CDMX, en acciones tan importantes como las Jornadas Notariales. Hay mucho por hacer, sobre todo en materia de transparencia y rendición de cuentas. Veremos.

 

*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.

 

avilezraul@hotmail.com


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