La labor del docente y de las familias

Hoy en México, se celebra un aniversario más del día en que homenajeamos a todas esas personas que dedican su vida a transmitir el conocimiento desde las aulas. Incluso hay quienes invierten tiempo extra y hasta recursos propios por hacer que sus estudiantes puedan recibir educación incluso en condiciones más adversas. A todas las y los maestros, mi más sincera admiración.

También en el mundo, se celebra en Día Internacional de las Familias, que son el núcleo de personas con las que tenemos nuestro primer acercamiento en una relación social. El Código Civil para el Distrito Federal, señala que las disposiciones que se refieran a la familia son de orden público e interés social y tienen por objeto proteger su organización y el desarrollo integral de sus miembros, basados en el respeto a su dignidad.

Que las relaciones jurídicas familiares constituyen un conjunto de deberes, derechos y obligaciones de las personas integrantes de la familia. Y que la familia se puede encontrar por el vínculo de personas por lazos de matrimonio, parentesco o concubinato.

En el artículo 4° Constitucional, concede a cualquier persona decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. Allí, también encontramos otros derechos humanos indivisibles al de conformar una familia y que tienen que ver con el derecho a una alimentación adecuada, a una vivienda digna, a la salud, a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, al agua, a la identidad, y a los apoyos económicos, educativos y culturales por parte del Estado mexicano; lo que convierte a dicho artículo en la disposición constitucional que garantiza que una familia tenga lo suficiente para poder desarrollarse dignamente.

Sin embargo, en México las familias no están garantizando ser el lugar más seguro para todas y todos sus miembros, puesto que en la pandemia y según cifras de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, la violencia familiar tuvo un incremento del 24% durante la pandemia. Las niñas, niños y adolescentes siguen siendo un grupo vulnerable, puesto que en la pandemia el homicidio fue la tercera causa de defunción en niños y la sexta en niñas de entre los 1 y 14 años de edad; y la primera causa de defunción en adolescentes hombres de entre 15 y 17 años.

El año pasado y según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las cifras de violencia familiar han tenido un crecimiento alarmante, pues hasta el 31 de mayo de este 2022, se habrían registrado 110 mil 138 casos, siendo las víctimas más frecuentes las mujeres y las y los menores de edad.

Por lo que hoy se hace un llamado a todas las autoridades para que vuelvan a dar a las familias la importancia dentro del tejido social que merecen, y reforzar las acciones que garanticen la vida y dignidad de todas las mujeres, niñas y adolescentes, en los tres órdenes de gobierno y en las 32 entidades federativas, algo que urge es la conciliación de la vida laboral y familiar, pues si los progenitores no tienen tiempo de calidad con sus descendientes ¿qué podemos esperar de la sociedad mexicana?