Se cree que en el siglo IX en China se fabrica por primera vez la pólvora negra con la mezcla de nitrato potásico, carbón vegetal y azufre, primero como propulsor de armas de fuego. Después los árabes llevaron la pólvora a Europa en su expansión por el norte de África y España. Este singular invento evoluciona para dar paso a la pólvora pirotécnica y su uso se generaliza convirtiéndose en una parte fundamental de las celebraciones de todo tipo. Así es como surgen los buscapies, bombas pirotécnicas, culebras, papeletas, barrenos, luces de bengala, ruedas de fuego, palmeras, voladores, palomas y brujas y los populares “castillos” que son estructuras altas y voluminosas de figuras diferentes que logran una gran variedad de efectos de luces de colores y sonidos diferentes.
Para lograr estos efectos se utilizan el carbonato de plomo, cromato de bario, difenilamina, dinitrotolueno, dióxido de plomo, 2 etil hexoato de plomo, hexacloroetano, magnesio metal en polvo, nitrato de plomo, resinas de poliuretano y silicona, salicilato de plomo y sulfato potásico. El color rojo se obtiene del carbonato y sulfato de estroncio. El color Naranja se obtiene del carbonato, cloruro o sulfato de calcio. El color Amarillo de obtiene del nitrato de sodio, oxalato de sodio o la criolita que es un fluoruro de sodio y aluminio. El color verde se obtiene del nitrato, carbonato, cloruro y clorato de bario. El color azul se obtiene del cloruro, carbonato y óxido de cobre. El color morado se obtiene de una combinación de compuestos de cobre y estroncio. El color plateado de obtiene de sales de aluminio y magnesio. El color blanco se obtiene del magnesio para mejorar el brillo. El magnesio, titanio y aluminio se utilizan para obtener las chispas.
Estos juegos pirotécnicos se usan en todo tipo de festejos de fin de año, bodas, fiestas religiosas o eventos deportivos para divertirnos, pero desafortunadamente tienen graves impactos a nuestra salud, ya que las emisiones que generan son altamente tóxicas. Entre ellas se encuentran también las dioxinas y furanos que son sustancias que afectan el sistema nervioso central en niños menores de 5 años (retraso mental, autismo y síndrome de déficit de atención), cánceres de boca, esófago, estómago, hígado y páncreas, disminución del sistema inmunológico, insuficiencia renal y destrucción de la testosterona. Por lo que recomiendo alejarse lo más posible para no respirar esas emisiones.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores