Columnas
El gobierno mexicano anunció el 30 de octubre de 2023 que había cobrado un bono catastrófico por 360 millones de dólares emitido por el Banco Mundial. Este bono amparaba a México contra daños por sismos y ciclones, y fue emitido en 2020 como parte de un esfuerzo para reducir la vulnerabilidad del país a los desastres naturales.
El cobro del bono se produce tras el paso del huracán "Otis" por el estado de Guerrero, que causó daños por más de 10 mil millones de pesos. El gobierno mexicano utilizará los recursos del bono para financiar la reconstrucción de las zonas afectadas por el huracán.
Obligaciones para el gobierno mexicano
El cobro del bono catastrófico implica una serie de obligaciones para el gobierno mexicano. En primer lugar, el gobierno debe pagar una comisión al Banco Mundial por el servicio del bono. En segundo lugar, el gobierno debe cumplir con los términos y condiciones del bono, que incluyen requisitos para la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de los recursos del bono.
Beneficios para el pueblo mexicano
El cobro del bono catastrófico tiene una serie de beneficios para el pueblo mexicano. En primer lugar, el bono ayuda a reducir el impacto económico de los desastres naturales. En segundo lugar, el bono ayuda a garantizar que los recursos para la reconstrucción de las zonas afectadas no solo sean de escrutinio nacional, sino que habrá una revisión internacional, por aquello de la desconfianza en el gobierno mexicano.
Contraproducente para los acapulqueños
Sin embargo, el cobro del bono catastrófico también puede tener consecuencias contraproducentes para los acapulqueños, puesto que el bono puede generar una falsa sensación de seguridad en los porteños, lo que puede llevar a la disminución de los esfuerzos para llevar a cabo acciones preventivas y así, reducir la vulnerabilidad de Acapulco a los desastres naturales. Por otra parte, puede que el bono se utilice para financiar la reconstrucción de Acapulco de una manera que no sea equitativa o sostenible.
Conclusiones
El cobro del bono catastrófico es un paso positivo para México en su esfuerzo para reducir la vulnerabilidad a los desastres naturales. Sin embargo, es importante que el gobierno mexicano garantice que la utilización de los recursos de dicho bono, se realicen de manera responsable y transparente, para que dicha inversión internacional se distribuyan de manera equitativa entre todos las y los mexicanos damnificados y demostrar así que el pueblo puede volver a confiar en sus gobernantes y que los mismos han aprendido ha utilizar estanueva herramienta para la gestión de desastres naturales, que las autoridades guerrerenses y acapulqueñas nos demostrarán que pueden invertir en la construcción de viviendas resistentes a los terremotos o a los huracanes, de una manera sostenible; y que no se prestarán para utilizar el bono para construir viviendas de lujo en Acapulco, en lugar de viviendas asequibles para los residentes de bajos ingresos. ¿Cómo ven? ¿Confiamos?