Decir que el país está viviendo su mejor época en muchas décadas es como asegurar que no existe pandemia alguna que este matando miles de mexicanos, lo verdaderamente cierto en toda esta crisis política, económica y social es que Olga Sánchez Cordero en su calidad de secretaria de Gobernación le da un respiro al presidente de la República porque internamente ha sido quien ha conciliado con los gobernadores de la oposición, quien le reconocen su oficio conciliador y buen trato.
Lo que digo no es tan solo mi percepción de periodista sino el pensamiento de los mandatarios de Campeche y Nuevo León, el primero emanado del PRI y el segundo independiente. Colaboradores cercanos al gobernador campechano Carlos Miguel Aysa González me comentaron que, en reciente llamada telefónica a la titular de Gobernación, el gobernador priista le señaló a Sánchez Cordero que su presencia en el gabinete lopezobradorista le daba prestigio al gobierno federal.
Lo mismo, pero, en otras palabras, lo sostuvo hace unas semanas el gobernador Jaime Rodríguez mejor conocido con el alias de “El Bronco” durante una entrevista que le realizó el periodista Carlos Loret de Mola para su programa Latinus.
A pregunta expresa del reportero y conductor sobre cómo evaluaba el trabajo de la responsable de la política interna del país, el mandatario neolonés dijo con su muy particular estilo que era la única (Olga Sánchez Cordero) la que valía la pena en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador pues no solo los atendía, sino los escuchaba y actuaba.
Obligadamente son los funcionarios de casa, hablando de los gobernadores de Morena, quienes deben cerrar filas en torno de algún miembro del gabinete del presidente López Obrador, pero que sean gobernadores de oposición quienes reconozcan la labor de la exministra en retiro le da doble valor a su trabajo como secretaría de Gobernación.
Y como dijera el propio presidente no hay mejor política que la interior, por lo que el solo hecho de tener una buena relación con los gobernadores de oposición, Sánchez Cordero le quita un enorme peso de encima al titular del Ejecutivo Federal con quienes cotidianamente se contrapuntea.
Como dije al principio el país está en una terrible crisis política, económica, social y para colmo sanitaria por el Covid-19 que ha cobrado la vida de más de 128 mil personas, si el primer mandatario no tuviera a su lado a Olga Sánchez Cordero ya hubiera estallado una bomba social entre los seguidores de López Obrador y los que los rechazan. La titular de Gobernación ha sido una balanza para la paz social.
Ninguna de las mujeres del gabinete del presidente tabasqueño tiene el temple para dirigir la política interna, la mayoría son radicales y están en contra de todo lo que huele al pasado; conciliar con los adversarios no es fácil y muchos menos cuando quien gobierna al país es quien desata los demonios. Ahí, en el Palacio de Cobián está la mujer que los apacigua.