Olga Sánchez llega a sumar y no a dividir; refutamos cualquier hipótesis de conspiración

Es posible tener una respuesta inmediata al hecho que sucedió la semana pasada. Trascendió en los titulares y, en un video grabado desde Palacio Nacional, se hizo oficial. ¿Qué pudo provocar esa determinación? Si bien es cierto que, el desempeño de la ex titular de gobernación fue bueno, quizá faltó estabilidad y coordinación política en algunas entidades en temas trascendentales, asimismo, se dice que la relación con el consejero jurídico de la presidencia propiciaba fricciones por la toma de decisiones. Aunque, en general, hizo frente a la tarea que le encomendó el presidente con mucha categoría.

Cada quien tendrá su versión de los hechos, pero, lo que sí es un realidad es que, su servicio al frente del despacho de Bucareli, sentó las bases de un gobierno incluyente. Olga Sánchez es una mujer muy preparada y de larga experiencia en prácticamente todos los poderes de la Nación. Si tuviésemos que realizar una descripción de su trayectoria la resumirías con la concepción de éxito.

Es claro que no fue la falta de capacidad política la que precipitó su salida del despacho de gobernación. Hay que recordar que hace poco tropezó en la operación de cabildeo con las fuerzas política de oposición para acelerar el periodo extraordinario en el rubro trascendental de la Revocación de Mandato, sin embargo, eso no la pudo haber ligado a tomar una decisión de esa naturaleza.

Fue más bien el desgaste que conlleva la titularidad de gobernación; mucho de ello se sostiene, en definitiva, desde la perspectiva de temas de seguridad, planeación, coordinación y negociación con grupos sociales. Quizá eso se mantuvo en buen nivel hasta hace poco; no obstante, llegó el punto en el que se fue desinflando esa legitimidad y, en esa coyuntura, es importante dar un paso al costado.

Dado que ese desempeño pasó por un torrente insostenible, tuvo que tomar la decisión de regresar al Senado de la República. El enfoque que le dieron distintos analistas fue, en términos políticos, erróneos e incluso mezquinos. Surgió la versión de que, Olga Sánchez Cordero, llegaría a dar un golpe sobre la mesa a fin de menguar las funciones del coordinador de los Senadores de Morena.

Previamente a su renuncia, casi casi aseguraban que esa operación y maniobra era para debilitar a Ricardo Monreal. De hecho, corrió el rumor que un grupo numeroso de legisladores de Morena intentó operar la salida de Ricardo Monreal de la coordinación y, que la llegada de Olga, era un mensaje de Palacio Nacional. Ni una cosa ni la otra: Sánchez Cordero llegó en la mejor disposición de coadyuvar con las tareas, incluso, lo manifestó en la plenaria.

A partir de que se fueron desechando esas versiones equivocadas, se configuró un planteamiento de unidad entre los legisladores de Morena para ratificar el respaldo a su coordinador. En esa misma situación y para alcanzar una solidez, las aspirantes a dirigir la presidencia directiva del Senado, cerraron filas a favor de Olga Sánchez. Fue el propio Ricardo Monreal quien jugó un papel decisivo. Entonces, la combinación de esos factores socavó las hipótesis y teorías de la llegada de la ex titular de gobernación.

Por cierto, esa misma versión se dio cuando removieron a Gabriel García Hernández de la secretaría del Bienestar. Muchos aseguraban que era una jugada maestra para neutralizar a Monreal. ¿Y qué pasó? Solo fue hecho para fomentar la polémica; incluso fue entendible que la salida del ex titular de los programas sociales se diera en ese momento luego de los resultados del pasado 6 de junio.

Por ello, refutamos la idea de que, la ex titular de gobernación, llega a maniobrar un nuevo liderazgo y una dirección para ocupar el cargo no solo de coordinadora, sino de interlocutora con las fuerzas políticas de oposición. Eso no es posible: en la cámara alta existe un solo referente que ha mostrado esa capacidad. Si, su nombre es Ricardo Monreal. Se ha notado esa mano en todo el abanico de proyectos.

Entonces, la capacidad que otorga Ricardo Monreal lo hace inamovible e insustituible. Fue la propia senadora ya en funciones, Olga Sánchez Cordero que lo mencionó en la plenaria: “Ricardo, tú te legitimas día a día como el gran líder de esta bancada; te legitimas por tus acciones, por tu institucionalidad, por el gran compañerismo que has construido a lo largo de estos tres años, porque todo mundo te respetamos, te queremos y eres un gran líder”. Al buen entendedor pocas palabras.

Olga Sánchez llega al senado a aportar toda su capacidad y experiencia. Más bien, su arribo no obedece a ningún complot para orquestar una nueva coordinación, sino, todo lo contrario: coadyuvará con las distintas fuerzas con las que, incluso, hay una relación directa, eso sí, no tan influyente y certera como la de Ricardo Monreal que, en tres años, ha sido infalible y decisoria en la aprobación de una lista larga de iniciativas, proyectos, leyes y modificación al marco constitucional.

Olga Sánchez llega a sumar y no a dividir