Columnas
La candidata presidencial Kamala Harris ya dio a conocer la ruta económico-financiera que transitaría de ganar la presidencia y, sin ser una especialista, los primeros comentarios y observaciones de los estudiosos, son positivos.
Sin embargo, lo que deseo resaltar es que ya comenzó a proponer y nosolamente criticar y hablar públicamente.
En Raleigh, en Carolina del Norte, habló Harris por primera vez de “la economía de las oportunidades”, donde acentúa en los controles de precios, subsidios a la compra de la primera vivienda, recortes impositivos a la clase media, es una ruta que parece darle espacio al intervencionismo e incluso al populismo.
Y sus críticos no tardaron en señalar que sería una ruta al socialismo.
Estas grandes líneas de acción para los primeros 100 días de un eventual gobierno Harris-Walz, se engloban en un programa agresivo que apunta a ampliar la injerencia del gobierno federal en el día a día de los estadounidenses con el objeto de aliviar el bolsillo de la clase media tan vapuleado durante los últimos cuatro años por el pico de inflación que sufrió el mundo en la postpandemia.
La medida más controvertida de este programa es, sin duda, el control de precios a los alimentos para evitar “ganancias excesivas” de las grandes corporaciones y así buscar fortalecer y proteger a los consumidores.
Lo cierto es que, estas propuestas piden la construcción de nuevas viviendas y ayuda para quienes compran una vivienda por primera vez, exenciones fiscales para las familias y la prohibición de la "especulación con los precios" en los alimentos, todo esto en su primer discurso centrado en la política económica.
Lo cierto es que los planes que ha dado a conocer el viernes pasado la representante demócrata, se basan en ideas de la administración Biden y apuntan a abordar las preocupaciones de los votantes después de un aumento en los precios desde 2021.
Pero para que procedan se requeriría de la acción del Congreso en donde ideas similares han quedado estancadas en el pasado.
Y bueno, Donald Trump (el candidato republicano) dijo que la vicepresidenta ya había tenido más de tres años en la administración para cumplir sus promesas y que su campaña la calificó de "peligrosamente liberal".
De manera inmediata respondió Kamala a estos comentarios…”"Donald Trump lucha por los multimillonarios y las grandes corporaciones. Yo lucharé para devolverle dinero a los estadounidenses de clase media y trabajadora".
En las campañas electorales se escucha de todo, pero lo dicho por la actual vicepresidenta seguramente atraerá la atención de muchos estadounidenses que antes de pensar y ver, por la óptica política, buscan sus beneficios directos, sobre todo, después de una economía tan deprimida en la actual administración debido sobre todo por la pandemia mundial.
@arnc7