Columnas
La cúpula del Poder Judicial no descarta la posibilidad de encabezar un golpe de Estado blando, a pesar de que, por la vía democrática, la reformas a su feudo fue derrotado, la incertidumbre que quieren sembrar algunos de los más radicales que muestran su inclinación por la corrupción siguen haciendo cada día, aunque cada día son menos.
La participación política de un poder con facultades muy precisas, sobrepasa no sólo las declaraciones estrambóticas de sus integrantes sino que su lucha está en el terreno político, compitiendo por el poder absoluto. Siguiendo los métodos de la derecha en México, toman las calles, aunque la razón no le asista ni la ley les favorezca.
Lo escandaloso de las manifestaciones de rechazo a la reforma al Poder Judicial es mediático, sirve como insumo a los medios que durante seis años mostraron resentimiento hacia el gobierno de la 4T a causa del retiro de un subsidio inhumano.
Ahora se realiza el Plan B del golpe de Estado que pudo perpetrarse antes de la reforma, sus fuerzas están menguadas, lo mismo que su prestigio, pero mientras tengan de su parte a los medios convencionales y a los sicarios del supuesto análisis político el golpe sigue siendo un peligro, a pesar de ser unos cuantos.
La ayuda proveniente del extranjero está atenta a cualquier error de la administración de Claudia Sheinbaum para intervenir. Los medios de otros países recomiendan revisión de la reforma judicial, que es hecho consumado.
El descrédito crece en el Poder Judicial y se extiende a todo lo relativo con sus funciones, a grado tal que a cualquier abogado se le responsabiliza de su pasividad y el silencio que mantuvieron cuando las cosa sestaban tan mal, porque cada día que transcurre se descubren procedimientos ilegales de los ministros de la Suprema Corte, de magistrados y jueces, por lo que hay más cargos penales que atribuirles a una práctica habitualmente saturada de corrupción.
La protesta por la reforma se convirtió en el camino hacia el golpe de Estado, una vez que el plan inicial se derrumbó. No basta combatir ese intento de desestabilización sólo con el transcurrir del tiempo, no se trata de desgastar a un enemigo que tienen el objetivo del descarrilamiento de la 4T muy claro.
La oposición tenía su equipo de jueces amarrados para otorgar permisos, amparos, impunidades, de acuerdo a sus intereses, claro ejemplo es la apropiación de 4,800 hectáreas del Bosque de Chapultepec, donde más de un panista tienen intereses directos.
La oposición encabezada por el PAN, debilitado por dentro y por fuera, pero no les queda otra alternativa al PRI y a MC para sobrevivir que unírseles. Sin identidad ideológica ni prestigio que les preceda, con líderes frágiles, la oposición apoya un golpe de Estado que los rebasa.