Presas en el Estado de México enfrentan obstáculos para una recuperación completa

A pesar de que algunas presas en el Estado de México presentan niveles de almacenamiento superiores al 50%, se enfrenta un panorama complejo en la gestión del agua, según el investigador Iván Vilchis Mata del Colegio Mexiquense. Durante una entrevista con El Sol de Toluca, Vilchis explicó que, a pesar de las recientes lluvias, la recuperación sustancial de las presas no es esperada para finales de este año, ni siquiera para el próximo.

Vilchis Mata detalló que los problemas se deben a diversos factores, incluyendo el uso intensivo y la extracción de agua que impide una recuperación completa. En particular, el Sistema Cutzamala, que abastece a la Ciudad de México y el Valle de México, se enfrenta a desafíos significativos con presas como Villa Victoria y Miguel Alemán. Estas presas han sido esenciales para el suministro de agua, pero su capacidad para recuperar niveles históricos de almacenamiento es limitada.

Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 13 de agosto, la presa Villa Victoria estaba al 29.4%, Miguel Alemán al 32.6% y El Bosque al 51.9%. A pesar de que la temporada de lluvias ha traído precipitación importante, la recuperación de estos embalses a niveles históricos sigue siendo incierta.

Vilchis Mata advirtió que, incluso si los niveles de almacenamiento se recuperan, no se debe considerar esto como una solución definitiva. La creciente demanda de agua debido al aumento poblacional y las actividades comerciales, industriales y agrícolas continúa ejerciendo presión sobre los recursos hídricos. En este contexto, el especialista sugirió que es fundamental implementar estrategias efectivas de aprovechamiento de agua de lluvia y mejorar la gestión del agua para aliviar la carga sobre las presas.

El investigador también destacó la necesidad de abordar la degradación ambiental en las zonas altas, que afecta negativamente el escurrimiento y filtración del agua. La degradación del suelo, los incendios forestales, y el cambio en el uso de la tierra contribuyen a la acumulación de sedimentos en los cuerpos de agua, lo que disminuye la cantidad real de agua disponible.

“La degradación del medio ambiente y los cambios en el uso del suelo impactan la cantidad de agua que llega a los embalses y la calidad del agua almacenada. Es esencial atender estas cuestiones para mejorar la gestión del agua y asegurar que las presas puedan cumplir su función de manera efectiva,” explicó Vilchis Mata.

En resumen, aunque las lluvias recientes han mejorado las condiciones de algunas presas, el panorama para la recuperación total sigue siendo complejo. Las autoridades y los expertos deben replantearse las estrategias de distribución y gestión del agua, y considerar medidas adicionales para enfrentar los retos actuales y futuros en el manejo de los recursos hídricos en el Estado de México.