Por María Cabadas
maria.cabadas@contrareplica.mx
Aunque se pospuso su presentación para febrero, la reforma judicial que pretende impulsar el Gobierno federal es congruente con su obsesión por el pasado, en la que la tortura, el espionaje y la detención arbitraria eran la regla cotidiana, afirmó el vocero del PAN, Fernando Herrera Ávila.
“Por increíble que parezca, en pleno siglo XXI, el Gobierno quiere regresar al país a la época de El Negro Durazo”, señaló el panista.
Dijo que el Gobierno federal tiene extraviada la brújula moral en materia de justicia y derechos humanos.
“Esta reforma explica por qué el Presidente se apoderó primero de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, imponiendo en ella a una seguidora y fanática dispuesta a obedecerlo en todo”, dijo.
Y sostuvo que “la nueva élite del poder pretende crear un Estado policial donde las declaraciones arrancadas bajo tortura sean válidas ante un juez, como ocurría en ese añorado periodo histórico de López Portillo donde el Ministerio Público podía dictar prisión preventiva, sustituyendo a los jueces”.
El vocero del blanquiazul refirió que la iniciativa gubernamental “es una barbaridad, pero va en línea con otras barbaridades ya cometidas”.