De acuerdo a las condiciones que se viven hoy día con el Coronavirus (COVID-19), la charrería organizada tendrá que evaluar y analizar, y en algunos casos replantear, si es necesario la realización de los próximo eventos masivos, ya que desde el pasado miércoles se inició la cancelación de eventos de gran calado como el “Tianguis Turístico 2020” que iniciaría la próxima semana, posponiéndose para el mes de septiembre, si es que las condiciones de infectados por este virus no continua su expansión en nuestro Territorio Nacional.
Entrando en materia charra, les comento que las precampañas a la Presidencia de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH) para el cuatrienio 2020 – 2024, continúan bajo su mismo despliegue logístico con dinámicas muy diferentes entre los aun precandidatos Ricardo Zermeño Barba y José Antonio Salcedo López, por lo que me es muy importante comentar que Zermeño Barba y su Comité de Campaña decidieron no crear perfiles falsos o los comúnmente llamados mapaches que son utilizados para insultar, denostar, ofender y hasta denigrar a una persona o grupo que muestres alguna diferencia de opinión, incluyendo a medios de comunicación, porque según dicen, quieren hacer una campaña limpia y respetuosa, ya que los que han llegado a utilizar este tipo de calumnia, tarde que temprano les explotará en las manos, porque realmente es una bajeza esconderse detrás de un nombre falso, como lo hizo en su momento mi buen amigo “José Treviño”, mi anónimo lector número uno, a quien nadie conoce, pero que además quería colgarse de mis paginas para hacer sus críticas que no tiene ningún sustento ni veracidad.
En estas precampañas es muy importante ver, oír y escuchar, sobre todo el lenguaje corporal para poder valorarlas en su justa dimensión. Veo en forma muy temeraria, o al menos esa es la impresión que me da, que José Antonio Salcedo López ha manejado su campaña con una estrategia única en redes sociales y acercándose básicamente a los equipos de la categoría “AAA”, que son alrededor de 30 o 40 equipos grandes que tienen recursos económicos para manejarse en forma muy independiente, pero esa no es la fuerza de la charrería organizada y me hace pensar que sienten que con eso ya tienen ganada la elección, gracias a sus apoyos económicos que los manejan con cierta discrecionalidad para presionar o influir en las decisiones internas de las Asociaciones, o también a través de la influencia familiar con reconocidos elementos de la charrería federada, situación que no pronostica un buen futuro y que no iría de la mano con la actual administración que ha desplegado un gran trabajo administrativo, financiero y deportivo.