El Día de Muertos es una tradición que caracteriza a nuestro país por la peculiar forma en la que recordamos a aquellos que ya no están en este plano, pero se quedan en nuestros corazones. Fechas que están llenas de color, pero sobre todo de comida y dulces que sólo se pueden disfrutar en esta temporada.
En el Estado de Guanajuato los sabores abundan y para el Día de Muertos podrás disfrutar de un pan de muerto que únicamente se encuentra en las panaderías de la capital guanajuatense en Día de Muertos (1 y 2 de noviembre), se trata de un pan hecho a base de anís y bañado con una cajeta de “muerto” de diferentes sabores como guayaba o nuez.
El suculento pan está compuesto de harina, azúcar, levadura, huevo, piloncillo, manteca, leche, y un toque especial de anís. Con la mezcla se forma un bulto que se asemeja al cuerpo de una persona, con los brazos cruzados y los pies juntos.
La particularidad de este pan está en la cajeta que lo acompaña, una “cajeta de muerto” hecha de camote, el cual se cose en una cazuela de barro o cobre, que le brindará un sabor muy peculiar. Una vez que se tiene la base de la cajeta se le agregan sabores como guayaba o nuez, se bate hasta tener como resultado una crema, la cual se vierte sobre el pan de anís.
Por otra parte, en Guanajuato se preserva la tradición de los alfeñiques, dulces hechos de pasta de azúcar y que cobran la forma que sea, desde tradicionales calaveritas, pasando por platillos mexicanos, frutas, animales, hasta personajes animados.
Sin lugar a duda, el alfeñique cobra parte importante en la celebración de Día de Muertos en el estado. Estos dulces se pueden encontrar en puestos ubicados en las diversas plazas del estado, pero sobre todo de la capital guanajuatense.
Cada alfeñique está dotado de colores, aromas, sabores y texturas completamente diferentes, estos dulces suelen consumirse los días cercanos al 2 de noviembre, pero también es común encontrarlos en los altares de Día de Muertos.