La Cámara de Senadores exhortó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a la Comisión Nacional Forestal y a las entidades federativas a que refuercen las acciones para concientizar a la población sobre los efectos negativos que representa la tala de los bosques y selvas en México.
En el dictamen, los senadores consideraron que, para generar cambios reales en el cuidado de nuestros ecosistemas, es necesario implementar campañas informativas respecto de la preservación del medio ambiente.
Además, destacaron que México está perdiendo su cobertura forestal a una tasa bruta de 250 a 260 mil hectáreas por año y a una tasa neta de 127.8 mil hectáreas por año.
Lo anterior, debido al cambio de uso del suelo, la tala clandestina, el comercio ilegal de materias primas y productos forestales, los incendios, plagas y enfermedades forestales, así como a las prácticas inadecuadas de manejo forestal, que también contribuyen a la pérdida y degradación de la cobertura forestal.
“Algunos estados ricos en biodiversidad, como los del Golfo de México, han perdido hasta el 80% de sus ecosistemas originales para convertirlos en tierras agrícolas. Incluso, a pesar de que en los últimos años se han realizado importantes esfuerzos para proteger y conservar los bosques, su transformación continúa inaceptablemente alta”.
En el periodo 2010-2015, la deforestación se estimó en 92 mil hectáreas anuales en promedio. Como consecuencia de la pérdida y de la degradación de los ecosistemas, hoy día alrededor de la mitad de las especies de mamíferos, anfibios y reptiles conocidas para el país están en riesgo de extinción.
Los legisladores también subrayaron en el dictamen que en nuestro país el fenómeno de la tala ilegal es alarmante, pues la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha estimado que, en 2009, 30% del volumen de madera que se comercializaba en el país era producto de esta práctica ilícita.
Por su parte, varios especialistas de la academia y de organizaciones de la sociedad civil señalan que, por lo menos, la mitad de la madera que se comercializa en el mercado nacional tiene un origen ilegal.
Así, los cerca de mil 300 ejidos y comunidades que han creado empresas forestales, para producir madera en forma sustentable, también se enfrentan a la expansión del crimen organizado.
Con dicha información, asentaron los senadores, resulta indispensable y urgente emprender acciones que promuevan la conservación, protección, restauración y aprovechamiento sustentable de los ecosistemas nacionales y su biodiversidad.
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