Columnas
Ante los cada vez más severos y frecuentes efectos del cambio climático, como el aumento de la temperatura global a niveles récord, el deshielo de los casquetes polares y las predicciones ambientales de la NASA, ya es urgente adoptar prácticas que respeten y preserven nuestro entorno, así como el óptimo desarrollo de las actividades productivas.
Desde el inicio del sexenio, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha impulsado una transición significativa de los sistemas tradicionales de producción de alimentos hacia uno con enfoque agroecológico que permita su producción con calidad y en armonía con el ambiente.
Por ejemplo, desde la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) en Leche de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria, se llevan a cabo propuestas prácticas de atención al fenómeno climático, como el ensilaje de esquilmos agrícolas para convertirlos en alimento nutritivo para rumiantes.
También, se promueve el cultivo de yuca en las regiones tropicales para disminuir la dependencia de maíz en la alimentación del ganado, toda vez que está demostrado que es una planta adaptada a las condiciones adversas del trópico, capaz de desarrollarse en suelos ácidos, poco fértiles y con periodos largos de sequía.
Esta transición agroecológica se deberá aplicar porque se está padeciendo una menor disponibilidad de agua para la producción de forrajes.
El agua para riego será para cultivos de consumo directo para la gente y nos veremos en la necesidad de emplear los esquilmos para alimentar ganado.
Además, desde la EAT se promueve y lleva a cabo el silvopastoreo intensivo y la producción de compostas y lixiviados.
Bajo un esquema de producción de manejo del sistema agroforestal pecuario se ofrece una alternativa para mitigar el cambio climático, al lograrse más de 2.5 veces de producción de forraje y garantizar su disponibilidad en época de sequía, mantener alta biodiversidad de flora y fauna y 11 veces más producción de leche, entre otros beneficios.
De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de no hacerse nada, el cambio climático puede reducir drásticamente la capacidad de producción agrícola en México.
Entre sus probables impactos están las reducciones en rendimientos entre cinco por ciento y 20 por ciento en las próximas dos décadas y de hasta 80 por ciento a finales del siglo para algunos cultivos y entidades federativas del país.
De ahí la importancia de sumar esfuerzos, entre todos los niveles de Gobierno, así como la academia, centros de investigación, asociaciones, cadenas de valor, agroindustria y las y los productores, para avanzar en alternativas para mitigar el cambio climático y avanzar hacia una agricultura del futuro, adaptada a estas nuevas circunstancias climáticas, que garantice el abasto oportuno de alimentos.
LUIS P. CUANALO
Especialistas del sector agropecuario y agroindustrial en México
Presidente del Colegio de Ingenieros Agroindustriales de México, A.C
Instagram: @luiscuanalo
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— Héctor Serrano (@HectorSerranoC) February 10, 2025