Por Erika Solorio, activista de derechos humanos, asesora política, comunicóloga social. Mtra. Administración y Políticas Públicas con Enfoque en Gestión Política.
No debemos olvidar las injusticias históricas que las mujeres han enfrentado en muchos aspectos de la vida, tanto en el ámbito público como en el privado. La protección de los derechos humanos de niñas y mujeres es imprescindible, para evitar que se generen más aberraciones.
Es importante dar voz a muchas mujeres que aún no tienen la oportunidad de expresar sus inconformidades, ante diversas situaciones que viven diariamente y que las mantienen en el anonimato.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos emitida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año de 1948, sigue vigente en todo el mundo, pero diariamente es violentada.
El artículo dos de la declaración universal destaca que los derechos humanos son para todas y todos: “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”, (ONU).
En pleno siglo XXI y en el año 2024 es importante ser reiterativos sobre los derechos humanos de las mujeres, ya que en ocasiones no están presentes en todos los rincones del mundo.
Fue en el año de 1993 cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.
“La violencia contra la mujer constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre”, (ONU).
El organismo internacional dio a conocer que solamente “un 5% de la ayuda gubernamental mundial va destinada a acabar con la violencia de género y se invierte menos del 0,2% en su prevención”.
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer -se conmemora desde 1975-, tiene como objetivo reconocer la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género a nivel mundial.
Históricamente, tiene sus raíces en las manifestaciones de mujeres trabajadoras en el siglo XIX y principios del siglo XX que exigían mejores condiciones laborales, derechos políticos y equidad salarial.
Es importante recordar que la lucha por los derechos humanos de las mujeres es un esfuerzo continuo, que requiere la participación de toda la sociedad para lograrlo.
La existencia de investigaciones, declaraciones, tratados y acuerdos, nacionales e internacionales, nos obliga a trabajar de forma contundente para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Todas las activistas del mundo trabajamos por el respeto hacia las mujeres; damos voz a quienes aún no logran ser escuchadas. ¡Trabajar por la Paz es una tarea de todas y todos!