¿Dónde está Santiago Creel, coordinador de campaña de Xóchilt Gálvez? En París de vacaciones, tal parece que el mes de campaña lo agotó.
La coordinadora del Frente Amplio por México y virtual candidata del PRI-PAN-PRD a la Presidencia de la República no tiene brújula, ni estrategia ni rumbo. En su bicicleta, con inteligencia artificial, reza para que Andrés Manuel López Obrador vuelva a hablar de ella, pero el INE le prohibió al presidente mencionar su nombre en sus conferencias mañaneras.
A Xóchilt le va muy bien cuando le contesta a AMLO, pero muy mal cuando tiene que argumentar propuestas. Designó un grupo de responsables temáticos y un ramillete de voceros que lejos de sumar apoyos y credibilidad, le restan simpatías. ¿A quién se le ocurre designar a Kenia López Rabadán, a Claudia Anaya y a Javier Lozano, como voceros? ¿A la propia Xóchilt? ¿Se los impusieron los partidos o sus enemigos?
En las encuestas de septiembre, Xóchilt aparece, por lo menos, quince puntos debajo de Claudia Sheinbaum. Parece que el llamado “Efecto Xóchilt” entró en lo que algunos expertos en estadísticas y campañas denominan una meseta.
Por el estancamiento de Xóchilt, en varios grupos de decisión de la derecha y factores de poder que inicialmente le brindaron su apoyo, ahora levantan las cejas, llaman refuerzos del extranjero y ya no están tan entusiasmados en brindar apoyos y patrocinios.
Desde el 3 de septiembre recorre el país, pero la actividad más importante del día es su visita a alguna familia que le brinda alojamiento por una noche. Estas acciones le dan materia para contenidos en redes sociales y seguramente un número importante de likes, pero de ahí no pasa. Sus contenidos de inteligencia artificial ya no impactan.
El 6 de septiembre, Claudia Sheinbaum fue designada Coordinadora Nacional de la 4T ¿Qué ha hecho Claudia Sheinbaum? Después de recibir el bastón de mando de manos de López Obrador, Claudia Sheinbaum asignó encargos concretos al resto de las corcholatas, definió cinco tareas específicas, como la formación de comités de base, integrar propuestas de gobierno, garantizar la unidad del movimiento y abrir el partido a la sociedad. Inició un recorrido por el país, para firmar acuerdos para la transformación e instalar los comités de base. Además, asumió las riendas de los procesos estatales. En suma, está en camino de agarrar la conducción formal y real de su movimiento. La meta: conseguir 35 millones de votos en 2024.
Conviene poner estos aspectos sobre la mesa, porque la ventaja con la cual Claudia Sheinbaum inicia esta etapa del proceso no es ficticia, sino producto de una estrategia. En nueve meses se verá si fue la acertada o no. ¿Eso pienso yo, usted qué opina? La política es de bronce.