Ya he dicho antes que esta bella ciudad de los derechos, es tan diversa como la vida misma, aquí convergen personas de diferentes expresiones culturales, su grandeza radica en sus personas tan diversas, quienes habitamos aquí, todos los días salimos a la calle con la legítima aspiración de un mejor presente, sin embargo, para las mujeres salir a la calle no siempre es un espacio seguro. el machismo se siente, la violencia también se hace presente en esta ciudad, mujeres y personas de la diversidad hemos sido históricamente violentadas, ¿dónde estaban esos representantes populares con su bandera arcoíris para alzar la voz cuando acosaban a la lesbiana que a veces tiene que callar la violencia de la que es objeto?, ¿cuál es la agenda de los partidos políticos y cuáles son las políticas públicas a favor de nuestros derechos y su garantía?
El pasado sábado, las voces de libertad, justicia y dignidad, pintaron de arcoíris las calles de nuestra ciudad, en la XLV marcha del orgullo, cientos de miles de personas de la comunidad y aliadas se dieron cita para hacernos visibles una vez más. En esta ocasión se dieron cita para celebrar el orgullo partidos políticos de diferentes expresiones ideológicas, organizaciones de la sociedad civil, representantes populares y dependencias de los diferentes órdenes de gobierno; muchos de ellos aliados en la foto, no así en sus cuestionables agendas por nuestros
derechos.
Los avances en el reconocimiento y protección de nuestros derechos han sido significativos desde la SCJN, el Legislativo y las políticas públicas implementadas en la transformación, pero no es suficiente, todavía hay una enorme necesidad de impulsar agendas integrales que promuevan relaciones igualitarias e inclusivas, para erradicar la discriminación estructural a la que de manera histórica nos hemos enfrentado las personas de la comunidad, discriminación arraigada desde las normas, creencias religiosas, morales y sociales.
Salir a marchar es un acto revolucionario, una reivindicación, hay mucho por hacer; matrimonio igualitario en todo el país, legislar para acabar con las mal llamadas terapias de conversión, derecho a la identidad de género, derecho a la familia, derechos laborales dignos, derecho a la salud, derecho a la vivienda, participación en la vida democrática y toma de decisiones, espacios seguros para todas las personas, grandes pendientes de nuestra agenda.
Somos la manifestación de la vida misma, estamos y estaremos en todos los espacios, nuestro derecho a ser lo defenderemos hasta que esta democracia nos llame por nuestros nombres, hasta que todos los días sean el día del orgullo, porque nuestro amor es más grande que el miedo del patriarca.
Andrea Gutiérrez