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Jaime Arturo Ruiz / @jaimeruizmx
jaime@primermovimiento.com
La inseguridad es un desafío persistente que afecta a ciudadanos, negocios e industrias en México, generando pérdidas significativas que repercuten en la economía nacional. Uno de los delitos que ha experimentado un preocupante aumento en el último año es el robo a transporte de carga, el cual ha incrementado un 11.5%, según datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En este contexto, ALTO, una empresa líder dedicada a asesorar y proteger activos físicos en movimiento, ha realizado un análisis detallado de las actividades delictivas para identificar las zonas de mayor riesgo a nivel nacional.
La investigación llevada a cabo por ALTO ha arrojado resultados preocupantes, destacando diversas regiones y estados del país donde ocurren con mayor frecuencia atracos a transportistas. Entre las zonas más vulnerables se encuentran la Ciudad de México, el Estado de México, Querétaro, Jalisco y Guanajuato. Estas áreas han sido identificadas como puntos críticos donde los delincuentes operan con mayor impunidad.
Dentro de la Ciudad de México, las delegaciones de Gustavo A. Madero, Azcapotzalco e Iztapalapa se destacan como las áreas con mayor incidencia de robos a transportistas. En el Estado de México, los municipios de Atizapán, Chalco, Cuautitlán Izcalli, Circuito Exterior Mexiquense, Nezahualcóyotl y Tepotzotlán también figuran como zonas de alto riesgo. Asimismo, otros estados como Puebla, Jalisco, Querétaro, Nuevo León, Guanajuato, San Luis Potosí, Veracruz y Tabasco también enfrentan desafíos significativos en cuanto a la seguridad del transporte de carga.
ALTO ha identificado que los transportes que parten de los Centros de Distribución (Cedis) son los más acechados por los delincuentes, y en la mayoría de los casos, estos actúan como grupos organizados. Estas bandas delictivas han demostrado un amplio conocimiento sobre los procesos internos de las empresas de transporte, lo que les proporciona información detallada sobre la mercancía que transportan, así como el conocimiento preciso de las rutas y posibles atajos para escapar rápidamente tras el robo.
Los modus operandi más comunes utilizados por estas bandas criminales para llevar a cabo los robos son variados y sofisticados. El uso de inhibidores de señal GPS (jammers) es una práctica común para evitar que las unidades monitoreadas puedan ser rastreadas y localizadas. También se han registrado casos de simulación de accidentes, donde los delincuentes obligan a los transportistas a detenerse y luego los atacan. Otra estrategia empleada es la creación de retenes falsos, en los cuales los criminales utilizan uniformes similares a los oficiales para detener a los vehículos y cometer los robos. Además, los transportistas son perseguidos por estos grupos criminales y amenazados con armas de fuego.
Las consecuencias de los robos a transportistas son graves, especialmente para la economía y el abastecimiento de productos en el país. Entre los artículos con mayor merma se encuentran los de la canasta básica, autopartes y mercancía de alto valor, impactando negativamente a las industrias de retail, automotriz y tiendas departamentales, respectivamente. Los robos a transporte de carga también afectan las cadenas de suministro y provocan un aumento en los precios del mercado.
Ante esta problemática, ALTO ofrece consejos y medidas preventivas para que las empresas protejan sus activos y a sus trabajadores. Entre las recomendaciones se incluyen la vigilancia de las buenas prácticas de los conductores, el establecimiento de rutas alternativas de viaje, la revisión constante de las condiciones físico-mecánicas de los vehículos y la identificación de las zonas de riesgo para el monitoreo de los camiones en caso de que deban transitar por ellas.
Es fundamental que tanto las empresas como las autoridades trabajen en conjunto para construir comunidades más seguras en el país. ALTO, con su amplia experiencia de 18 años en asesorar a empresas y proteger sus activos, ha expandido su presencia a nivel internacional, teniendo éxito en países como Chile, Colombia, Perú, España y Estados Unidos.
La lucha contra el robo a transporte de carga es un desafío constante, pero con el trabajo conjunto de todas las partes involucradas, es posible crear un entorno más seguro y protegido para el transporte de mercancías en México.
Para obtener más información sobre ALTO y sus servicios, visite su página web: https://www.alto-company.com/.
En resumen, la seguridad en el transporte de carga es un tema de vital importancia para la economía y la sociedad mexicana. Las zonas identificadas como las más vulnerables requieren atención inmediata por parte de las autoridades y las empresas involucradas en la logística y el transporte. Con un enfoque en la prevención y la colaboración, es posible reducir los robos y proteger los activos en movimiento, lo que traerá beneficios significativos para todos los sectores involucrados.