Columnas
Las guerras nunca son buenas, generan desgracias de todo tipo, de hecho no deberían existir en la historia de la humanidad.
Los conflictos de todo tipo son dañinos y nunca dejarán de serlo, al menos para la inmensa mayoría de los actores involucrados. Aunque, a veces hay excepciones y se registran algunos beneficios incluso para quienes no están inmiscuidos.
México tiene una historia de guerras, la mayor parte de ellas intestinas. Por fortuna hace muchos años, ya más de un siglo, que en México no se registra una guerra generalizada como tal, sin dejar de recordar dos conflictos de relevancia como la denominada Guerra Cristera y la Rebelión del EZLN.
Pero, cosas de la vida, México es un gran beneficiado por la guerra, ha resultado tan beneficiado que podríamos decir algo: bendita guerra…..comercial.
Sí, gracias a la guerra comercial entre nuestro vecino del norte, la primera potencia global, y la segunda mayor economía del planeta, la lejana China, México ha sido sujeto de grandes beneficios económicos que van desde el llamado nearshoring que de hecho se supone que apenas inicia lo mejor, hasta grandes flujos monetarios.
Si alguna duda existía esta semana que concluyó conocimos una gran noticia para nuestro país, México se ha consolidado como el mayor socio comercial de Estados Unidos, por primera ocasión en la historia. Veamos los detalles.
México es ahora el principal exportador de bienes a Estados Unidos, de acuerdo con los nuevos datos comerciales publicados por el Departamento de Comercio el miércoles.
Nuestro país envió bienes por valor de 475,600 millones a Estados Unidos el año pasado, un aumento del 5 por ciento con respecto a 2022.
Mientras tanto, China exportó bienes por valor de 427,200 millones a Estados Unidos el año pasado, una caída del 20 por ciento con respecto a 2022.
Un factor determinante para la tendencia general contribuyó un dólar más débil que ha hecho que el costo de los productos estadounidenses sea más barato en el extranjero.
Por primera vez en más de dos décadas, México superó el año pasado a China como la principal fuente de las importaciones de Estados Unidos. El cambio refleja las crecientes tensiones entre Washington y Beijing, así como los esfuerzos estadounidenses para importar de países más amigables y cercanos.
La última vez que el valor de las mercancías mexicanas importadas por Estados Unidos excedió al de las chinas fue en 2002.
Las relaciones económicas entre Estados Unidos y China se han deteriorado gravemente en años recientes, mientras Beijing ha luchado agresivamente en el área comercial y ha hecho ominosos gestos militares en el Lejano Oriente.
n 2018, el gobierno del entonces presidente Donald Trump impuso aranceles a las importaciones chinas, bajo el argumento de que las prácticas comerciales de Beijing violaban las reglas del comercio mundial.
Cuando asumió el cargo en 2021 el presidente Joe Biden mantuvo esos aranceles, dejando claro que el antagonismo hacia China sería una de las pocas áreas en común para demócratas y republicanos.
Las perturbaciones en las cadenas de suministro relacionadas con la pandemia de COVID-19 también hicieron que las empresas estadounidenses buscaran suministros más cerca de Estados Unidos (nearshoring).
Definitivamente, México ha sido uno de los beneficiarios del alejamiento de Estados Unidos con respecto a las fábricas chinas y todo gracias a la guerra, a la bendita guerra…..comercial.