AFP
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que los combates que se prolongan desde hace semanas en Sudán "deben terminar" y autorizó posibles nuevas sanciones contra los responsables del baño de sangre.
"La violencia en Sudán es una tragedia y una traición a la clara demanda del pueblo sudanés de un gobierno civil y una transición a la democracia", afirmó en un comunicado. Eso "debe terminar", remarcó.
Los enfrentamientos entre facciones rivales comenzaron el 15 de abril y han causado la muerte de unas 700 personas, la mayoría en Jartum y Darfur, según la ONG Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados.
El caos provocó una evacuación a gran escala de ciudadanos extranjeros llevada a cabo por los ejércitos de varios países.
Biden dijo que el derramamiento de sangre, "que ya se ha cobrado la vida de cientos de civiles y comenzó durante el mes sagrado del Ramadán, es inconcebible".
Estados Unidos se une al "pueblo amante de la paz de Sudán y a los líderes de todo el mundo para pedir un alto el fuego duradero entre las partes beligerantes".
Biden también firmó una orden ejecutiva que amplía la autoridad para imponer sanciones a los responsables, aunque no nombra posibles objetivos.