Comerciantes informales han ocupado la calle Nezahualcóyotl, ubicada detrás de un edificio de la plaza en el Centro Histórico de la Ciudad de México, para continuar con la venta de sus productos. Mientras tanto, otros vendedores han optado por mudarse a diferentes plazas y locales en la misma calle, a pesar de que muchos de estos espacios no cuentan con los permisos de uso de suelo necesarios para actividades comerciales.
Guillermo Alejandro Gazal, presidente de Procéntrico, alertó sobre la expansión de este fenómeno, el cual no se limita a la Ciudad de México, sino que se está replicando en diversas ciudades del país. Según Gazal, este modelo se ha vuelto sistemático y cotidiano, extendiéndose cada vez que un inmueble deja de ser rentable o es clausurado. En los últimos cuatro años, más de 200 inmuebles en el Centro Histórico han sido ocupados bajo este esquema, señaló.
Gazal subrayó que una medida clave para frenar este problema es que las autoridades refuercen los controles en las aduanas, con el fin de evitar la entrada de mercancía de contrabando que alimenta estos mercados informales.
A pesar de los esfuerzos por obtener una declaración oficial, el gobierno de la Ciudad de México no ha proporcionado respuesta alguna sobre la situación.