Columnas
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación se han convertido en herramientas indispensables en nuestros días, al grado en que imaginar la vida sin ellas resulta realmente difícil. Estas soluciones digitales, incluidas las redes sociales y aquellas que se basan en la Inteligencia Artificial, se han posicionado en ámbitos muy importantes de la vida social e individual y, por supuesto, la Democracia no podía ser la excepción.
En términos generales, el concepto de Democracia Digital se refiere al uso de la tecnología informática al servicio de la ciudadanía, como medio complementario para conocer y ejercer sus derechos político-electorales, modalidades de votación (voto electrónico), informarse acerca de las propuestas de los partidos políticos respecto de diferentes problemáticas, plantear inquietudes, denuncias y quejas, acceder a programas institucionales de apoyo y obtener información de diversa índole respecto del contexto de las elecciones, entre otras posibilidades.
Por supuesto que las instituciones gubernamentales también aprovechan ampliamente estos recursos para establecer un diálogo enriquecedor, facilitar los procesos judiciales, hacer notificaciones importantes y mejorar el acceso a servicios para los diferentes sectores sociales, incluyendo a los grupos vulnerables.
Así, la Democracia Digital logra un amplio espectro de cobertura y precisión enlazándonos con muchas personas con necesidades y opiniones afines a las nuestras, así como con aquellas que plantean alternativas y puntos de vista diferentes y/o novedosos. Se trata de un gran crisol de oportunidades de expresión y aprendizaje, que coadyuva en lograr un conocimiento más amplio de los procesos y pormenores democráticos.
No obstante, es necesario recocer que, pese a sus beneficios, esta modalidad democrática también entraña ciertos peligros. Ya sea porque en las plataformas digitales se tienen múltiples facilidades para encubrir la identidad personal o simplemente porque el anonimato a veces crea una falsa sensación de seguridad, muchas personas suelen emplear estas ventajas digitales para ejercer violencia contra quienes opinan diferente, o como herramienta para expresar sistemáticamente descalificaciones por razones diversas, entre ellas algunas difíciles de entender, en nuestros días, como las que se basan en razones de género.
También es cierto que la tecnología digital suele usarse para difundir información falsa de manera masiva y desprestigiar a personas o grupos, con el único fin de invisibilizar o desvirtuar hechos.
Pese a lo anterior, somos más quienes nos acercamos a la Democracia Digital para lograr ventajas positivas que fomentan la integración y el bienestar social, después de todo, fueron creadas para facilitar la cobertura de nuestras necesidades y apoyar el cumplimiento de nuestras expectativas de vida.
Resolutivo: Les invito a investigar las herramientas digitales que están actualmente a disposición de todas las personas con motivo del proceso electoral de este 2024 y usarlas responsablemente.