La cuarta ola de Covid-19 ha desatado un disparo de contagios a gran velocidad, a pesar de que Ómicron sea considerada menos grave, la situación en la Ciudad de México por esta nueva variante se vuelve cada vez más complicada.
Actualmente, hay alta demanda por pruebas de detección en los kioscos establecidos por el Gobierno de la Ciudad de México en algunas alcaldías o clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en los que aquellas personas posiblemente contagiadas hacen largas filas de espera para realizarse la prueba, para posteriormente recibir la noticia de que ya no hay fichas disponibles. Esto implica un gran riesgo para los que realmente no se encuentran infectados, ya que hay una gran posibilidad de contraerlo por falta de sana distancia y estar en un espacio en el que hay posibles casos positivos. Asimismo, la saturación de las instalaciones del IMSS son consecuencia para obtener el permiso de incapacidad, por lo que se lanzó el trámite en línea para no saturar las instalaciones, pero para muchos este sistema no ha dado resultados. Por otra parte, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) ya inició el proceso de reconversión hospitalaria para atender nuevamente a pacientes con coronavirus. Mientras tanto, la Secretaría de Salud reportó a través del sitio de la Red IRAG que al corte del pasado 12 de enero, 23 hospitales federales y de la Ciudad de México se encontraban al 100% de su capacidad de atención en camas generales para pacientes con Covid, sin embargo el gobierno de la capital lo niega y señala que no es porque esté colapsado el sistema de salud, sino porque muchos disminuyeron su número de camas en los últimos meses. El subregistro de casos van al alza así como el incremento de hospitalizaciones, el pasado 15 de enero el país registró más de 47 mil contagios, la cifra más alta desde que inició la pandemia. Por otra parte, la semana pasada el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, pidió a las personas que han estado en contacto con un caso positivo que no se realicen la prueba y acudir directamente al aislamiento, “en lugar de correr al kiosco a hacerse una prueba, lo que hay que hacer es quedarse en casa para evitar contagiar a otras personas”, esto sin tomar en cuenta los posibles casos asintomáticos que pueden ir propagando el virus, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue recomendando la realización de pruebas para controlar la transmisión y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que la cuarta ola de la pandemia en México será más agresiva que la tercera.