El alcalde de San Antonio, Texas, Ron Nirenberg, declaró emergencia de salud pública local por un caso de COVID-19.
Esto, porque una paciente dio negativo al coronavirus, fue dada de alta por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y más tarde dio positivo a una nueva prueba, por lo que fue puesta en cuarentena.
En el intermedio entre ambas pruebas, la dama se paseó por un centro comercial. La ciudad de San Antonio compartió el itinerario de la mujer, cuya identidad no se dio a conocer.
El alcalde consideró una “metida de pata” dejar ir a la paciente, quien fue una de las personas que fue evacuada de Wuhan, epicentro del brote en China.
Redacción ContraRéplica
Imagen Reuters