La historia del Servicio Postal de Estados Unidos no había tenido tanta atención como la ahora adquirida por la elección presidencial de este 3 de noviembre, sobre todo a raíz de las declaraciones del candidato-presidente, Donald Trump, donde alerta sobre un posible fraude que le pueda arrebatar el triunfo, de conseguirlo, claro está.
Matthew Record, profesor de Ciencia Política de la Universidad de San José, en California señaló: “para el voto por correo hay más margen de abuso, especialmente para los mayores porque puede darse la situación de que alguien de la familia vote por ellos. Pero hablamos de porcentajes muy pequeños… digamos que en el voto presencial hay un riesgo de fraude de 0.0001% y en el voto por correo es de 0.0002%. Sí, es el doble, pero las cifras son mínimas.
Donald Trump, designó a su amigo y patrocinador de campaña en 2016-2020, Louis DeJoy, como director del Servicio Postal, y dentro de sus primeras acciones anunció: reducción de tiempo extra, eliminación de buzones y de máquinas separadoras de la correspondencia, entre otras medidas; con la intención de beneficiar a los republicanos que se verían afectados ante una abundante votación por este medio. Ante las voces que se alzaron contra nuevas directrices el recién nombrado director anunció que los cambios se realizaran después del proceso electoral.
Una encuesta de CNN arrojó que 34 por ciento de los votantes registrados prefieren votar por correo en este proceso, lo que implica un aumento de 24 por ciento en comparación a 2016, se da a conocer que 53 por ciento de los partidarios de Joe Biden prefieren votar por correo, mientras que 66 por ciento de los partidarios de Trump prefieren votar en persona. La participación ciudadana presencial suele ser baja y este año de pandemia se estima sea menor, de ahí que el voto por correo cobra gran relevancia y se esperan cifras récord.
En Estados Unidos son los estados los que deben definir si permiten el voto universal por correo, lo que significa que los electores reciben de forma automática una papeleta antes de las elecciones o si adoptan el sistema de voto en ausencia, en el que el elector tiene que solicitar el voto por correo para poder tener la papeleta en casa.
El voto postal ha sido parte de las elecciones estadunidenses desde hace más de un siglo y los expertos dicen que las acusaciones del presidente Trump de fraude son infundadas.
Este año un récord de 76 por ciento de los casi 140 millones de posibles votantes estadunidenses serán elegibles para recibir una boleta por correo. Todos los estados permiten algunas votaciones por correo, pero algunos requieren una razón específica o ponen la boleta a disposición sólo si el votante la solicita.