La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) reconoció este martes que los coágulos sanguíneos deben ser considerados como efectos secundarios "muy raros" de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson, cuyos beneficios siguen siendo mayores a los riesgos.
La decisión del organismo regulador europeo se produce pocos días antes de que las autoridades sanitarias estadounidenses se pronuncien sobre el inmunizante de Johnson & Johnson, en un momento en que la vacunación se extiende a toda la población de Estados Unidos.
La EMA, con sede en Ámsterdam, reconoció "un posible vínculo" entre la vacuna de este laboratorio estadounidense y casos registrados de coágulos sanguíneos, que deben ser incluidos como "efectos secundarios muy raros" del fármaco.
El organismo concluyó "que una advertencia sobre los coágulos sanguíneos inhabituales con plaquetas sanguíneas bajas tendría que añadirse a las informaciones del producto".
Es una decisión importante, ya que varios países europeos cuentan con esta vacuna para acelerar su campaña de inmunización.
Esa vacuna tuvo un nuevo contratiempo en Estados Unidos, donde las autoridades reguladoras ordenaron el lunes la paralización de la producción en una fábrica, donde previamente se habrían dañado 15 millones de dosis del medicamento.
Con información de AFP
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